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Hogar

Se acabó el verano: ¿qué debes hacer con el aire acondicionado durante estos meses?

Con la llegada del otoño, el aire acondicionado deja de ser protagonista, pero un buen mantenimiento ahora puede ahorrarte averías, malos olores y un gasto innecesario en el futuro

Aire acondicionado Pixabay

Dentro de pocos días, el verano llega a su fin y, aunque aún puedan colarse algunos días de calor, la mayoría de hogares empieza a despedirse del aire acondicionado hasta el próximo año. Sin embargo, ese “apagado” no debería consistir únicamente en pulsar el botón del mando. Según recomiendan técnicos en climatización y organismos de consumo como la OCU, hay una serie de pasos básicos que conviene realizar en este momento para que el aparato funcione en perfectas condiciones cuando vuelvan las altas temperaturas o, si tiene bomba de calor, para que rinda al máximo en invierno.

¿Qué hacer con el aire acondicionado después del verano?

Durante los meses de uso intenso, los filtros del aire acondicionado acumulan polvo, polen, restos de grasa y hasta bacterias u hongos debido a la humedad que se genera en el circuito. Si no se limpia adecuadamente, el próximo encendido puede venir acompañado de malos olores, un aire menos saludable y hasta un consumo energético mayor.

Además, según fabricantes como Daikin o Mitsubishi Electric, la falta de mantenimiento es una de las principales causas de avería en los equipos domésticos, lo que puede traducirse en reparaciones costosas o en la pérdida de eficiencia del aparato con el paso de los años.

Los pasos recomendados por los expertos

1. Apagar y desmontar

El primer paso es desconectar el aire acondicionado y retirar con cuidado la tapa frontal del split. Esto permite acceder a los filtros, que suelen estar diseñados para poder extraerse fácilmente sin necesidad de herramientas.

2. Limpieza de filtros

Una vez retirados, los filtros deben limpiarse a fondo. Lo más sencillo es utilizar una aspiradora con un cepillo de cerdas suaves para eliminar la capa superficial de polvo. Después, se recomienda lavarlos con agua tibia y jabón neutro, frotando con cuidado para no dañar la malla. Algunos modelos permiten incluso meter los filtros en el lavavajillas, aunque siempre conviene consultar antes las instrucciones del fabricante para evitar sorpresas.

3. Secado completo

Este paso es fundamental: nunca se deben volver a colocar los filtros húmedos. Es aconsejable dejarlos secar al aire libre durante varias horas, evitando la exposición directa al sol para que no se deformen.

4. Desinfección y prevención

Los técnicos recomiendan aprovechar la limpieza para aplicar un spray desinfectante específico para climatización, disponible en tiendas de bricolaje y mantenimiento. Con ello se eliminan posibles colonias de bacterias u hongos que podrían provocar olores desagradables o incluso problemas respiratorios.

5. Revisar el desagüe

El aire acondicionado genera condensación que se canaliza hacia el exterior. Conviene comprobar que el tubo de desagüe no está obstruido, ya que, de lo contrario, el agua puede acumularse y producir fugas en el interior del aparato.

6. Limpieza exterior

Por último, no está de más pasar un paño húmedo por la carcasa exterior del split y, si el equipo tiene unidad en la fachada, revisar que no haya hojas, polvo o suciedad bloqueando las rejillas de ventilación.

Beneficios de un buen mantenimiento

Realizar esta sencilla puesta a punto al finalizar el verano tiene varias ventajas:

  • Aire más limpio y saludable: se reducen alérgenos y bacterias que pueden afectar a personas con asma o alergias.
  • Menor consumo energético: un aparato limpio trabaja con menos esfuerzo, lo que se traduce en ahorro en la factura de la luz.
  • Mayor vida útil: se evita el desgaste prematuro de piezas sensibles, alargando la durabilidad del equipo.
  • Prevención de averías: se reducen las probabilidades de obstrucciones, fugas de agua y fallos de funcionamiento.

¿Y si tu aparato tiene bomba de calor?

En muchos hogares el aire acondicionado no se “jubila” en septiembre, sino que cambia de función y pasa a usarse como calefacción. En este caso, la limpieza resulta todavía más importante, ya que el equipo se utilizará durante todo el año.

Los especialistas recomiendan realizar al menos dos limpiezas profundas: una al final del verano y otra antes del invierno. Además, cada pocas semanas, conviene aspirar ligeramente los filtros para evitar que la suciedad vuelva a acumularse.

El aire acondicionado es una inversión importante en cualquier vivienda, y su cuidado no debería limitarse a los meses de calor. Un mantenimiento sencillo al final del verano no solo previene averías y malos olores, sino que también garantiza un aire más limpio, un menor consumo energético y una mayor vida útil del equipo. Este pequeño gesto ahora que se agradecerá mucho más cuando llegue el próximo verano, o incluso antes, si en tu hogar también se convierte en el sistema de calefacción del invierno