Alimentación

Alerta alimentaria "grave": detectan niveles peligrosos de una toxina en un pimentón español

La exposición a esta sustancia se asocia con un mayor riesgo de cáncer de hígado

PImentón
PImentónPixabayLa Razón

La Unión Europea ha lanzado una nueva alerta alimentaria tras detectar niveles elevados de aflatoxinas en una partida de pimentón procedente de España. La advertencia, calificada como "grave" por el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), se emitió el pasado 29 de abril tras un control en el que se interceptó el producto contaminado.

La notificación fue realizada por Portugal, país donde se detectó el problema. Los análisis efectuados confirmaron niveles de aflatoxinas muy superiores a los permitidos por la normativa europea. Como medida preventiva, la Unión Europea ha ordenado la retirada del producto de los canales de distribución, aunque por el momento no se ha confirmado si llegó a comercializarse.

Las aflatoxinas son toxinas producidas por ciertos hongos que pueden proliferar en cultivos agrícolas, especialmente en condiciones de humedad y almacenamiento inadecuado. Su ingesta representa un riesgo significativo para la salud. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU, la exposición a estas sustancias se asocia con un mayor riesgo de cáncer de hígado.

Cuando la exposición a aflatoxinas ocurre en dosis elevadas, puede desencadenar un episodio de toxicidad aguda conocido como aflatoxicosis. Esta afección se manifiesta con síntomas como dolor abdominal severo, vómitos, diarrea, aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia), ictericia -una coloración amarillenta de la piel y los ojos- convulsiones e incluso coma o muerte en los casos más graves.

Más allá de los efectos inmediatos, la exposición crónica a niveles bajos de aflatoxinas también representa un importante riesgo para la salud. Entre las consecuencias más relevantes se encuentran el daño hepático progresivo, que puede desembocar en cirrosis; la supresión del sistema inmunológico, que aumenta la vulnerabilidad a diversas infecciones; y el retraso en el crecimiento y desarrollo, especialmente preocupante en niños, ya que puede afectar tanto a nivel físico como cognitivo. Además, algunos estudios sugieren que estas toxinas podrían tener efectos negativos sobre el sistema reproductivo y causar daños al feto durante el embarazo.