Alerta ante el aumento de casos de cáncer entre los jóvenes

Los casos de cáncer entre los jóvenes estadounidenses están aumentando a un ritmo que preocupa seriamente a los expertos. Este grupo de la población todavía representa una parte relativamente pequeña del total de detecciones de cáncer, pero preocupa el crecimiento que se está observando entre los adultos con edades comprendidas entre los 30 a los 39.

Así lo revela un nuevo estudio llevada a cabo por Benjamin Koh, de la Universidad Nacional de Singapur, que ha sido publicado en la revista científica «JAMA Network Open». La investigación también apunta a que los cánceres entre personas mayores de 65 años han disminuido, y en menor medida también han caído entre los que rondan los 50. El doctor Paul Oberstein, director del Programa de Oncología Médica Gastrointestinal en NYU Langone´s Cáncer Center, en una entrevista con el diario estadounidense «Washington Post», hacía hincapié en que lo importante es descubrir el porqué de este aumento.

«Si no entendemos qué está causando el riesgo y no podemos hacer algo para cambiarlo, tememos que, a medida que pase el tiempo, se convierta en un desafío cada vez mayor».

Estilo de vida poco saludable

En este nuevo estudio, sus autores señalan que «tradicionalmente el cáncer se ha considerado una enfermedad que afectaba a personas mayores (adultos de 50 años o más), pero datos recientes sugieren un marcado aumento en la incidencia de cáncer de órganos entre pacientes menores de 50 años, lo que se conoce como cáncer de aparición temprana.

Estos cánceres afectan a una variedad de sistemas de órganos incluidos los de mama, colon, páncreas, cabeza y cuello, riñón y órganos reproductivos.

No está claro lo que está provocando que se disparen los casos de cáncer entre jóvenes. Algunos posibles motivos podrían ser la obesidad y un estilo de vida poco saludable que incluye alcohol, tabaco, sedentarismo y pocas horas de sueño. Además, también podrían influir factores que se escapan al control humano, como la exposición a sustancias químicas cancerígenas.

La investigación se llevó a cabo analizando a más de 562.000 pacientes que residían en Estados Unidos y a los cuales se había diagnosticado un cáncer de aparición temprana entre el 2010 y 2019. Los autores recopilaron datos de 17 registros de vigilancia del Instituto Nacional de Cáncer centrándose en los cánceres de aparición temprana (es decir, detectados antes de los 50 años). Tras realizar un análisis de la información durante ocho meses (octubre de 2022 y mayo del 2023), los investigadores descubrieron que en nueve años los diagnósticos de cáncer temprano entre la población de 30 a 39 años habían aumentado aproximadamente el 19%. Se detectó que la incidencia de cáncer de aparición temprana aumentó para los indios americanos un 1.97% anual, un 1.43% para los hispanos y en un 0.97% anual para los asiáticos o isleños del Pacífico, con una incidencia prácticamente igual entre las personas blancas y una disminución para las negras.

Sobre todo, mujeres

Los cánceres que más sufren los jóvenes son los intestinales (incluidos los de colon y apéndice). Una inquietante tendencia ascendente que está afectando sobre todo a las mujeres. En este grupo de la población se detectó un mayor aumento de casos que seguramente venga impulsado por los cánceres de mama y útero. De hecho, los cánceres que registraron un mayor número de casos de aparición temprana en el 2019 son los de mama, seguidos por los de tiroides y colorrectal. «Los cánceres gastrointestinales tuvieron las tasas de incidencia de crecimiento más rápido entre todos los cánceres de aparición temprana», resalta el estudio y añade que «estos datos pueden tener implicaciones para el desarrollo de estrategias de vigilancia y prioridades de financiación».

Por otro lado, y hablado en términos generales, según otro estudio publicado en la revista científica «Cancer Medicine» y basado en datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE UU, las tasas de mortalidad por cáncer han disminuido en Estados Unidos en los últimos años (12.580 muertes entre 1999 y 2020), más en las áreas urbanas que en las rurales.