San Fermín

Apagón en el cielo de Pamplona: un fallo informático suspende el concurso de fuegos artificiales

Fiasco pirotécnico en una de las noches más esperadas de las Fiestas de San Fermín 2025

Fuegos artificiales en Mindil Beach, en Australia
El espectáculo de fuegos artificiales (02-07-2018)Getty

Quince minutos de magia prometidos se consumieron en apenas cuatro de caos este jueves por la noche, cuando miles de miradas apuntaban al cielo de Pamplona a la espera de un estallido de color y emoción en el esperado concurso internacional de fuegos artificiales. Sin embargo, lo que recibieron fue un rugido ensordecedor y una avalancha de luz descontrolada: un fallo informático colosal había ordenado disparar el 90% del espectáculo en cuestión de unos segundos, lo que convirtió un arte milimétrico en un fiasco monumental.

Andrea López Lana, pirotécnica al mando, esperaba una noche histórica; era la primera mujer en dirigir un espectáculo en el prestigioso certamen, lo que lo hacía un momento culminante en su carrera. Pero en su lugar tuvo que observar con impotencia cómo su sinfonía de luz, bautizada irónicamente como "Pamplona, color y emoción", se convertía en una pesadilla técnica.

A pesar de que los técnicos lucharon contra el sistema, solo pudieron detener el desastre cuando ya era demasiado tarde, obligando a una suspensión que dejó un silencio desolador en la Ciudadela. A su vez, el fallo dejó al descubierto la vulnerabilidad crítica en la programación del sistema de disparo debido a que un error en el código fue el responsable de transformar lo que debía ser una secuencia coreografiada en una descarga masiva y abrupta que arrojó, como resultado, un espectáculo tan breve como intenso que pasó de un aplauso inicial, lleno de belleza y confusión, a un murmullo colectivo de incredulidad y enfado.

Frustración de un lado y del otro

En especial en redes sociales, el descontento general no tardó en estallar y hacer eco de lo sucedido puesto que para una ciudad como Pamplona, que vive sus tradiciones con una devoción casi sagrada, un error de esta magnitud en plenos Sanfermines más que un contratiempo es una herida en el orgullo festivo.

Por su parte, los organizadores han asumido públicamente la responsabilidad, calificándolo de "mal funcionamiento informático" y prometiendo una revisión exhaustiva para que la confianza no se haga humo junto con la pólvora. Ahora, mientras la semana de San Fermín 2025 continúa, se introduce un doble reto: asegurar que la técnica no vuelva a fallar y demostrar que el espíritu de la fiesta es más fuerte que un error de sistema.