Agencia Espacial Española

Auroras boreales, apagones, fallos en el GPS: así podría afectar la tormenta solar detectada por la AEE

El domingo la Agencia Espacial Española registró "una intensa actividad solar"

Fotografía de una aurora boreal en Islandia
Fotografía de una aurora boreal en IslandiaDPA vía Europa Press

La Agencia Espacial Española (AEE) emitió una alerta el domingo tras detectar una intensa actividad solar provocada por una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) de alta velocidad. Este fenómeno consiste en una gran explosión de plasma y energía desde la superficie del Sol que, al dirigirse hacia la Tierra, puede generar importantes perturbaciones en el entorno espacial y en ciertas infraestructuras tecnológicas.

Según el comunicado oficial, la CME impactó la magnetosfera terrestre durante la madrugada del 1 de junio, alcanzando un índice geomagnético Kp8 entre las 06:00 y 09:00 UTC. La escala Kp, que mide la actividad geomagnética global y oscila entre 0 y 9, clasifica los valores de 7 a 9 como tormentas fuertes o extremas. Aunque las condiciones se han estabilizado ligeramente tras el impacto inicial, la AEE advierte que aún no se puede descartar un repunte de la actividad solar en las próximas 24 horas, dado que los modelos de predicción siguen indicando una alta probabilidad de nuevas eyecciones.

La monitorización de la situación continúa a cargo de la Agencia Espacial Europea (ESA), que evalúan en tiempo real los posibles efectos de esta tormenta solar. Aunque, por el momento, no se prevé que el fenómeno alcance niveles críticos que impliquen un riesgo grave -como ocurriría si el índice Kp alcanzara el nivel 9-, sí se han emitido advertencias por posibles impactos en varias áreas.

¿Cuáles son los efectos de la tormenta electromagnética?

Uno de los efectos más visibles y espectaculares es la aparición de auroras polares a latitudes inusualmente bajas, incluso en regiones donde rara vez se observan. No obstante, las consecuencias pueden ir más allá del espectáculo visual. Las tormentas geomagnéticas intensas pueden provocar fluctuaciones en las redes eléctricas, especialmente en regiones de alta latitud, lo que podría derivar en apagones o daños en transformadores.

Además, estas perturbaciones pueden interferir en las comunicaciones por radio de alta frecuencia (HF), utilizadas en la aviación, así como afectar el funcionamiento de sistemas de navegación por satélite (como el GPS), reduciendo su precisión temporal y espacial. Los satélites en órbitas bajas también se ven expuestos a estos fenómenos, debido al aumento de la densidad de la termosfera, lo que puede alterar sus trayectorias o acortar su vida útil. Según la NASA y la ESA, eventos similares en el pasado han obligado a realizar maniobras de corrección.

Recomendaciones

Para prevenir algunas de estas situaciones, desde la AEE recomendaron el pasado domingo a los operadores de infraestructura espacial y terrestre "la vigilancia y actualizar las previsiones con los datos más recientes de las agencias internacionales".