Ni autobronceadores ni cremas caras: los alimentos que debes incorporar para un bronceado más bonito y duradero

Con los primeros rayos de sol, también llegan las ganas de lucir una piel más dorada, luminosa y sana. Pero si pensabas que la única forma de conseguir un bronceado bonito era con cremas, autobronceadores o suplementos, hay una noticia que puede cambiar tu rutina: todo empieza en la cocina.

Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, los productos del mar son uno de los mayores secretos para lograr una piel radiante, calmada y resistente. Sardinas, atún, boquerones o caballa no solo aportan sabor a la mesa, también refuerzan la piel desde dentro para que el bronceado se fije mejor, dure más y luzca más bonito.

Por qué lo que comes influye más que tu crema bronceadora

Según los expertos de Pesca España, los pescados y mariscos son fuente natural de proteínas de alta calidad, vitamina D y E, antioxidantes y, especialmente, DHA, un ácido graso omega-3 con efecto antiinflamatorio que mejora la elasticidad, fortalece la barrera lipídica de la piel y la protege frente a factores como la radiación solar o la contaminación. En otras palabras: piel más suave, hidratada y menos propensa a irritarse o descamarse tras la exposición al sol.

"Además, estos alimentos estimulan la producción de melanina, el pigmento natural que da color a la piel. Eso se traduce en un bronceado más uniforme, menos apagado y que se mantiene por más tiempo", señalan.

Cómo incorporarlos a tu dieta (sin complicarte)

La recomendación de los expertos es sencilla: 3 a 4 raciones de productos del mar a la semana. Aquí algunos ejemplos fáciles y deliciosos:

• Anchoas en aceite de oliva como topping para ensaladas o tostadas.

• Caballa a la parrilla acompañada de verduras ricas en betacarotenos como zanahoria, espinaca o tomate.

• Ensalada de atún con pepino, espinacas y un toque de limón.

Este tipo de combinaciones no solo refuerzan la salud de tu piel, sino que también ayudan a mantener una alimentación equilibrada y ligera para los meses de calor.

Más allá de modas y los "productos milagrosos", cuidar la piel desde dentro es la estrategia más efectiva y sostenible. Y si ese cuidado viene con sabor a mar, mejor todavía.