Primavera

Cambio de hora en España: ¿hay que adelantar o retrasar el reloj?

El cambio de hora será el punto de partida para el comienzo de la primavera

Al comenzar el mes de marzo lo primero que se nos pasa por la cabeza es el cambio de hora acompañado de la expresión: "A las dos serán las tres". Esto significa que, con la llegada de la primavera, el reloj deberá adelantarse una hora para aprovechar al máximo las horas de sol durante el día.

El próximo cambio de hora llegará, como siempre, la última semana de marzo. Este año, concretamente, tendrá lugar la madrugada del sábado 30 al domingo 31 de marzo cuando a las 02:00 horas serán las 03:00 horas, por lo que esa noche perderemos una hora de sueño.

¿Por qué se cambia la hora?

El cambio de hora se implantó en Europa durante la Primera Guerra Mundial para ahorrar energía. Años más tarde, en la década de los setenta del siglo XX, con la crisis del petróleo, muchos países volvieron a retomar esa costumbre que finalmente quedó regulado por una Directiva europea en 1981.

En la actualidad, existen varias razones para justificar este cambio horario que se produce dos veces al año, en marzo y en octubre. Una de ellas es la cuestión del ahorro energético.

Cuando se implantó el cambio de hora en la Primera Guerra Mundial, muchos países se adhirieron a él para aprovechar mejor la luz solar y consumir menos electricidad en iluminación. Sin embargo, en la actualidad esta efectividad no está del todo clara. La Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo elaboró en 2018 un informe en el que señaló que estos cambios de hora podían producir ahorros, pero ínfimos, y que, por tanto, no existía certeza de que todos los países que lo adoptan tengan beneficios reales. Además, añaden, se pueden producir ahorros energéticos en iluminación pero, por el contrario, la el consumo de la calefacción se puede disparar.

Su continuidad en duda

La Directiva europea actual entró en vigor en 2001 tras su aprobación por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión. Así, se ha ido renovando cada cuatro años, por lo que la vigente estará en curso hasta 2026, cuando podrá volver a revisarse y Europa decidirá si continua con los cambios de hora o, por el contrario, se adopta un horario fijo.

Según la Sociedad Española del Sueño, que será quien recomiende al Estado si continuar con la tradición o no, estos cambios suponen un deterioro en la salud. Según ellos, el cambio de hora produce "un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad" que, apuntan, "puede ocasionar obesidad, diabetes, infarto de corazón, ictus, depresión o ansiedad".

Sin embargo, hasta 2026 la hora se seguirá cambiando como de costumbre, en los meses de marzo, para el horario de verano, y en octubre, para el de invierno.