Meteorología

Las consecuencias de llegar a 30 grados en febrero: así ha afectado a la fauna y la flora de España

Las altas temperaturas de las últimas semanas han alterado el ciclo biológico de distintas especies

Altas temperaturas
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La persistente dorsal anticiclónica ha batido durante las dos últimas semanas numerosos récords tanto en el interior peninsular como en otras regiones del suroeste de Europa. Este episodio de primavera adelantada por fin afronta este martes su último día antes de que en la tarde de este miércoles comience un cambio de tiempo con viento intenso y lluvias generalizadas por la influencia de una borrasca atlántica con sus frentes asociados.

Pero las altas temperaturas de las últimas semanas de enero y los primeros días de febrero ya han alterado el ciclo biológico de distintas especies. Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), explica a Efe que las temperaturas de 30 grados que se han alcanzado en algunos puntos de España, han influido "tanto en los ciclos biológicos de los animales como en la floración”.

Para este experto, el caso más evidente es el de "los artrópodos como las garrapatas, los mosquitos o las cucarachas, porque no son capaces de mantener su temperatura corporal" y reaccionan positivamente a la subida de temperaturas adelantando sus procesos biológicos. Está sucediendo por ejemplo con la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), un insecto pequeño con un "impacto devastador" sobre los árboles que coloniza y que además es capaz de producir "fuertes reacciones alérgicas tanto en personas como en animales".

Esta oruga sale en grupos nutridos desde sus bolsones en los pinos hasta el suelo "donde realizan la pupa" o estado de transición previo al de adulto, un proceso que en años pasados se podía apreciar entre los meses de marzo y junio pero que "viene adelantándose sistemáticamente en los últimos años" y puede apreciarse en provincias como la de Málaga. Esta situación complica la gestión de plagas, "y más teniendo en cuenta el progresivo aumento de las restricciones legales a nivel europeo de los productos biocidas que se venía aplicando" para controlarlas, lo cual refuerza la importancia de las campañas de prevención que deben ser desplegadas en otoño. Además, el incremento de temperaturas medias ha provocado la aparición de "especies animales donde antes no había, como en Galicia o País Vasco, ya que España está transicionando de un clima subtropical a uno tropical", añade Galván.

También la flora se ha visto afectada por las temperaturas anómalas de este invierno. Según indica el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), elcalentamiento global altera el crecimiento y provoca cambios en la productividad de muchas especies de flora. "Los cambios en los diferentes parámetros climáticos y el aumento de la concentración atmosférica de CO2 influyen en la fotosíntesis y tiene efectos sobre el crecimiento y desarrollo de toda la vegetación". Estos cambios pueden alterar la composición característica de las comunidades de montaña, "disminuyendo su diversidad y favoreciendo la aceleración del proceso de termofilización", cuando los ecosistemas vegetales tienden a transformarse con especies que prefieren climas más cálidos.

Portavoces de la Asociación Española de Floristas (AEFI) han constatado “retrasos o adelantos en la floración de algunas variedades”, en especial de aquellas especies que no son cultivadas en invernaderos. Aunque el problema "atañe más a los procesos de producción y a la jardinería que a las floristerías”, AEFI ha reconocido su visibilización en el adelanto de la floración de almendros, una imagen típica de la primavera pero que estos días ha sido posible contemplar incluso en las afueras de Madrid capital, o en la de las mimosas "que son de temporada y ya se están comercializando".