
Trucos
Colocar corchos de vino dentro del coche para ahorrar: el truco que usan cada vez más conductores en invierno
El tapón, que en la mayoría de casos termina en la basura, se ha convertido en un elemento clave para evitar accidentes y ahorrar combustible

Los objetos siempre tienen más de una utilidad. Hay quienes guardan todos pensando que en algún momento (que nunca llega) podrán aprovecharlos, y otros que deciden deshacerse de todo lo que no necesitan, por mucho cariño que tengan a los objetos de los que se deshacen. En la mayoría de casos, los segundos no echan en falta esos productos o deshechos que han echado a la basura, pero hay otros en los que los primeros salen ganando.
Los tapones de corcho son un claro ejemplo de ello. Aunque hay quien los guarda, la mayoría lo tiran a la basura cuando se acaba la botella, y lo que no saben es que ese pequeño objeto puede ahorrarles algunos euros y accidentes de coche.
El frío, aunque con algo de retraso, ya ha llegado, y con él han venido las bajas temperaturas, los abrigos y nórdicos. Los cristales de los vehículos se empañan, y aunque muchos tengan un sistema antivaho, a veces no es efectivo y mantener activa esa función del coche consume combustible, un rasgo que a largo plazo puede ser notorio a la hora de poner gasolina al vehículo.
¿Para qué sirven los corchos de vino?
La respuesta a esta incógnita reside en el material del tapón. El corcho absorbe de manera natural la humedad gracias a sus poros, que retienen el vaho y ayudan así a reducir la humedad del lugar en el que se encuentren. Es por esto que muchos conductores están optando por meter en el interior de sus vehículos corcho para así evitar un malgasto innecesario de combustible.

Parece un gesto insignificante, pero la estructura porosa del material permite al corcho recoger aquellas moléculas de agua presentes en el aire y que, de no ser por ello, se pegarían a las ventanas del vehículo
Cómo hacerlo de manera concreta
Para que el truco funcione es necesario seguir una serie de pautas. La primera de ellas es cortar el corcho por la mitad. De esta forma, la capacidad de absorción aumenta significativamente, mejorando el resultado. Por otro lado, el lugar en el que se han de colocar es clave. Se recomienda que los trozos del tapón se coloquen debajo de las ventanas, en una zona cercana al parabrisas o el salpicadero. Es decir, deben ponerse en aquellos espacios en los que haya corrientes de aire natural.
No obstante, es necesario que los corchos estén en un lugar que no moleste al conductor y bien sujeto. En cualquier caso, este truco no es sustitutivo de los sistemas antivaho y de ventilación de los coches, ya que no en todos los casos funciona de la misma manera, pero sí es un buen complemento que puede hacer al conductor ahorrar unos euros cuando termine la época más fría del año.
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