Investigación
Envejecimiento de la piel: la cosmética coreana podría revolucionar el mercado con los órganos de estos animales
El nuevo producto, hasta ahora impensable dentro del mundo del cuidado facial, tiene potentes propiedades antiarrugas
La cosmética coreana está de moda en todo el mundo. Es conocida por enfatizar ciertos rituales de belleza y por usar productos de alta calidad consiguiendo una piel saludable, luminosa y juvenil. Ahora, podría revolucionar nuevamente el mercado de la cosmética con un producto hasta ahora inimaginable en el cuidado facial.
En la industria cosmética, no es inusual encontrar productos basados en ingredientes naturales o biológicos, como la mucina de caracol, conocida por sus efectos hidratantes y antioxidantes, que revolucionó el sector hace años y se popularizó a nivel mundial. Investigadores coreanos podrían dar otro gran salto al introducir moléculas derivadas de bacterias presentes en las vísceras de ciertos peces, específicamente en sus intestinos. Las células cultivadas tienen propiedades antiarrugas y aclarantes de la piel, lo que las convierte en ingredientes potenciales en futuras rutinas de cuidado facial.
Aunque el uso de intestinos de peces para productos cosméticos pueda parecer extraño, la ciencia demuestra que muchos descubrimientos importantes provienen de lugares inusuales. Un ejemplo claro es la penicilina, descubierta accidentalmente a partir de un experimento fallido, y más recientemente, Marizomib, un tratamiento experimental contra el cáncer cerebral, que se derivó en microbios marinos extraídos de los sedimentos del fondo oceánico.
Dos especies de peces del océano Pacífico occidental, la dorada y el sargo de cabeza negra, albergan microbios intestinales que no habían sido explorados por su potencial cosmético. Aunque estos microbios se identificaron por primera vez en 1992 y 2016, respectivamente, no se han realizado estudios sobre los compuestos que producen. Por ello, los investigadores Hyo-Jong Lee y Chung Sub Kim decidieron analizar si estas bacterias producían compuestos con beneficios para la piel.
El equipo identificó 22 moléculas producidas por las bacterias intestinales del sargo rojo y del sargo de cabeza negra y las probó en células de ratón cultivadas, evaluando su capacidad para inhibir las enzimas tirosinasa y colagenasa responsables de la formación de arrugas y manchas en la piel.
Tres de las moléculas provenientes del sargo rojo mostraron una potente capacidad para inhibir estas enzimas sin causar daño celular, convirtiéndose en prometedores agentes antiarrugas y aclarantes para futuras líneas cosméticas. Este avance fue posible gracias al apoyo del Programa de Biotecnología Marina del Ministerio de Océanos y Pesca, la Fundación Nacional de Investigación de Corea, y otras instituciones como la Universidad Sungkyunkwan y el Ministerio de Educación de Corea.
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