Investigación

La covid persistente deja huella a nivel inmunitario

Al menos un 6% de los adultos que resultaron infectados en la pandemia padecen los síntomas más de tres meses después de la infección

Covid en niños con asma
Entre un 1 y un 4% de los niños infectados durante la pandemia tienen covid persistenteDREAMSTIMELA RAZÓN

Las estimaciones actuales indican que al menos un 6% de los adultos, y entre un 1-4% de los niños infectados durante la pandemia desarrollan lo que se denomina covid persistente, un término acuñado por los propios pacientes y que se diagnostica así cuando los síntomas persisten más de tres meses tras la infección. Ahora, un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos y la Complutense de Madrid revela que estas personas producen menos anticuerpos frente a la proteína completa del virus.

Un equipo de investigadores de ambas universidades, en colaboración con el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, analizó en detalle la respuesta inmunitaria de pacientes con covid persistente, tal y como recoge Efe. Los resultados revelan un patrón característico: generan menos anticuerpos frente a la proteína completa del virus, pero mantienen mejor la respuesta contra la región clave para la entrada del virus en las células, según señalaron ayer ambas universidades en una nota.

Este hallazgo podría facilitar la estratificación de pacientes y abrir el camino al diseño de tratamientos personalizados y nuevas estrategias vacunales para poner fin a esta pandemia, que ha registrado más de 700 millones de casos en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Un número significativo de esos casos desarrolla secuelas que pueden durar meses o años, afectando al sistema inmunitario, nervioso o vascular, entre otros. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la pérdida del olfato o gusto; afonía; niebla mental; fatiga; dolor de cabeza; trastornos del sueño; y dolor articular.

El estudio, que incluyó a 30 personas sin secuelas y 104 pacientes con covid persistente, identificó varios factores de riesgo asociados a la aparición del síndrome, entre los que destaca haber sufrido la infección antes de la vacunación.