Criaturas infinitas: Arte y educación a través del juego

Criaturas Infinitas es un proyecto lúdico-educativo que busca desarrollar la noción espacial, el movimiento y la creatividad a través del juego. Compuesto por varios sistemas de piezas a escala grande y pequeña, realizadas con materiales blandos y piezas conectoras, esta actividad de construcción libre está pensada para todas las edadesy tiene como objetivo que los participantes creen sus propias obras.

El proyecto nace en el año 2020 como resultado de una convocatoria puesta en marcha por Juguetoría, Factoría de Juguetes en MediaLab Prado, que puso en contacto a sus dos creadoras: Eva Gordo y Fernanda Tenorio, mediadoras culturales y facilitadoras de espacios de creación, colaboración, experimentación e investigación, afirman que “el juego es una forma esencial de estar en el mundo, fundamental para el desarrollo y el bienestar humano en todas las etapas de la vida”.

Criaturas Infinitas aúna las pasiones de sus creadoras por la educación, el deporte y la arquitectura. Además, es el resultado de su interés por fusionar las artes escénicas y el diseño con el juego. Eva y Fernanda creen firmemente en la importancia de jugar, tanto en la infancia como en la adultez, y entienden que la mejor forma es aquella que necesita de objetos simples y mucha imaginación. El proyecto es indisociable de los intereses concretos de las promotoras. Eva, diseñadora de espacios efímeros y escenográficos, ha investigado sobre la experiencia lúdica en adultos y su relación con el espacio. De sus conocimientos se desprende la dimensión sensorial de Criaturas Infinitas: el trabajo escénico y performático. Fernanda, por su parte, es arquitecta y diseñadora de producto. Además, trabaja coordinando Nadar sin Fronteras, donde capacitan en América Latina a educadores acuáticos con métodos alternativos asociados al juego, componiendo así la parte deportiva y didáctica. Gracias a los prototipos que han construido a partir de materiales utilizados y cortados a láser, han podido probar el proyecto en talleres formados por grupos de distintas edades, perfiles y entornos, donde han observado cómo la construcción libre pone el cuerpo y el movimiento en el centro, adaptándose y ofreciendo resultados diferentes según las distintas etapas etarias de desarrollo y aprendizaje. “Los adultos se vician mucho, a veces más que los peques”, confiesa Eva.

El proyecto es plástico y maleable, con posibilidades infinitas, lo que ha llevado a sus creadoras a lanzar una iniciativa en Kickstarter para conseguir financiación. A medio plazo, han decidido llevarlo a México y probarlo allí, orientándolo a la natación. A largo plazo, planean convertirlo en un juego ecológico que pueda llegar a todo el mundo. Ya han trabajado con grupos y espacios que realizan actividades lúdicas y culturales, como el Espacio Abierto Quinta de los Molinos o Hablar en Arte en Centro Cultural Conde Duque. Eva y Fernanda quieren seguir viendo crecer a su criatura, y recalcan la importancia de los juegos simples, abiertos y no estructurados: “Los juegos sencillos fomentan la creatividad y el pensamiento disruptivo en todas las edades”.