Retraso en la innovación

España no financia la mitad de los avances frente al cáncer

El 30% de estos tratamientos han mostrado un beneficio clínico alto según los parámetros estandarizados de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO)

Tiempo de aprobación de fármacos oncológicos
Tiempo de aprobación de fármacos oncológicosLa Razón

Aproximadamente la mitad de los medicamentos innovadores frente al cáncer que aprueba la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) no están financiados en España. De ellos, el 30% han mostrado un beneficio clínico alto según la Escala de Magnitud de Beneficio Clínico de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO). Hay dos escalas distintas en esta herramienta -que está validada y es reproducible-: una que ordena los tratamientos curativos frente a la enfermedad con las letras A, B y C, siendo A y B las que definen las terapias con evidencia sustancial de beneficio clínico, y otra que puntúa los tratamientos paliativos del 1 al 5, siendo 4 y 5 los de magnitud clínicamente importante. Según un estudio realizado por farmacéuticos de hospital españoles, que analiza el impacto clínico de los medicamentos oncológicos autorizados en España en la última década, la mayoría de los medicamentos financiados en nuestro país obtuvieron una puntuación de entre 3 y 4 en esta última clasificación. Unas cifras muy positivas si se tienen en cuenta obtener una puntuación de 5 es algo completamente extraordinario en este tipo de terapias.

Sin embargo, para quien quiera ver el vaso "medio vacío", es importante destacar las limitaciones fundamentales que presenta este trabajo, publicado recientemente en la revista The European Journal of Health Economics. "La primera es que los datos que manejamos en España- y en Europa en general- son proyecciones y, muchas veces, no son específicos ni están actualizados. En nuestro país no tenemos herramientas rigurosas para medir los resultados en salud, y esto incluye también al cáncer. No sabemos el número de cánceres que hay, ni de qué tipo son. No hay una clasificación por comunidades autónomas, ni por provincias, ni por hospitales donde se ven los casos. Lo único que se sabe con claridad es el gasto total que generan los tratamientos farmacológicos", explica Rafael López, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y presidente de la Fundación ECO- una red de expertos en Oncología, fundada en 2009-. "Las estadísticas de supervivencia que manejamos ahora son con datos de 2007 (Eurostat) y 2009 (Our world in data), y en estos años, por ejemplo, no había todavía nada de inmunoterapia -una terapia biológica que utiliza las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer- que ha cambiado las reglas del juego en oncología. Lo que sí tenemos claro los especialistas que tratamos a los pacientes es que el acceso a la innovación va muy ligado a supervivencia, pero estos beneficios no se van a reflejar en las estadísticas hasta dentro de cinco o diez años".

López pone el ejemplo de tumores como el melanoma metastásico, que hace 10 años era, prácticamente, una sentencia de muerte y ahora se ven supervivencias a 5 años del 50%. O del cáncer de pulmón metastásico donde, hace una década, la supervivencia a cinco meses era menor del 5%; y ahora es del 30%.

"Estados Unidos nos lleva una ventaja de bastantes años en cuanto a la calidad y el rigor en la medición de resultados en cáncer. Los últimos datos de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer muestran que, entre 2016 y 2019, ha habido una disminución de la mortalidad por cáncer del 2,3% al año. Es un porcentaje muy esperanzador y se espera que, en los próximos años, siga bajando. Esto es debido a muchos factores, pero el más importante es la innovación diagnóstica, terapéutica y preventiva", destaca el oncólogo.

El retraso en España

España es el quinto país europeo más poblado (si se incluye a Reino Unido, el cuarto si se consideran solo los Estados miembro de la Unión Europea) y su incidencia estimada de cáncer es ligeramente superior a la media de la UE –540 personas por cada 100.000 habitantes, frente a 538–. Respecto a la mortalidad asociada al cáncer, España presenta una tasa per cápita también ligeramente por debajo de la media de la UE (228 defunciones por cada 100.000 habitantes, frente a 260).

Sin embargo, desde 2018 hasta la actualidad, se ha agravado la situación de la incorporación y el acceso a nuevos medicamentos en España. En el caso de los fármacos oncológicos, la situación es más preocupante dado que el retraso puede ser cuestión de vida o muerte. Hoy en día, los pacientes con cáncer españoles tienen que esperar cerca 20 meses (611 días) para que el Sistema Nacional de Salud financie los nuevos medicamentos aprobados por la EMA, frente a, por ejemplo, los 100 días de Alemania, según el informe EFPIA Patients W.A.I.T. Indicator 2022 Survey, presentado hace unos días.

Además, de entre todos los medicamentos frente al cáncer (40) aprobados por este organismo en 2022 -que pertenecen ya a la medicina personalizada, que consigue el uso del tratamiento más efectivo en función de las características individuales de cada paciente- solo el 57% está disponible en España–frente al 90% de Italia, o 100% de Alemania–. Del 43% que no lo está, el 30% han mostrado un beneficio clínico alto según los parámetros de la ESMO.

Es importante señalar que, hasta 2005, éramos el tercer país en acceso a la innovación oncológica. Fue un informe del Instituto Karolinska de ese año el que mostró que nuestro país había perdido esa posición, siendo sustituida por Francia; pero permanecimos entre los cinco primeros al menos hasta 2008. Desde entonces hasta hoy España ha ido bajando posiciones hasta situarse en el lugar relegado que ocupa ahora.

"La UE está muy preocupada por que los retrasos en el acceso a la innovación de la mayoría de los Estados miembro, no solo de España. También por las deficiencias en el acceso a los servicios de salud en los países de Europa del Este. La idea es intentar armonizar esta situación, pero a la alta. Es decir, que el acceso a la nuevas terapias en, por ejemplo, Polonia, se acerque al de España y, el nuestro, al de Alemania", explica López.