Estadísticas

España es el tercer país europeo en el que más niños viven bajo el umbral de la pobreza o excluidos de la sociedad

El último estudio de Eurostat alerta de que uno de cada tres menores de nuestro país crece en riesgo de pobreza o exclusión social

Murcia, entre las comunidades con cifras más altas de pobreza severa
Un menor camina detrás de su padre, que arrastra un carro Luis DíazLa Razón

España es ya el tercer país de la Unión Europea en el que más niños pasan su infancia y adolescencia en una situación de riesgo de pobreza o exclusión de la sociedad, según los últimos datos de Eurostat que hacen referencia al año 2022.

Desde otra perspectiva: uno de cada tres menores españoles sufren está paupérrima situación, o el 32% de los niños de nuestro país viven por debajo del umbral de la pobreza.

En este estremecedor ranking a nuestro país solo lo superan Rumanía (42%) y Bulgaria (34%). La media europea, sin embargo, es notablemente inferior al situarse en el 25%, con alrededor de 20 millones de niños en riesgo de pobreza o exclusión.

Si vamos al dato concreto, en España se estima que viven en estas dramáticas circunstancias 2,6 millones de miembros del grupo de población más joven, lo que representa el 13% del total de niños europeos que viven en riesgo de pobreza o exclusión social.

Todo ello, después de que la UE se comprometiese hace dos años a reducir esta cifra en mínimo 15 millones antes de 2030, de los que cinco tienen que ser menores de edad, como parte de su Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales.

Estos son los países con menos niños pobres

Al final de la larga lista figuran Eslovenia (10,3%), República Checa (13,4) y Dinamarca (13,8%) como los países con menos menores en esta situación de riesgo material y social.

Pese a todo, la situación ha mejorado ya que en el anterior estudio estadístico de este órgano, cuyos datos se correspondían con 2020, España era el segundo país con más niños en riesgo de pobreza y exclusión. Entonces, eran casi 2,8 millones los menores afectados, lo que representaba el 33% de ellos.

Las consecuencias para ellos son claras, tal y como advierten desde Eurostat: se enfrentan a mayores dificultades para lograr buenas notas en el colegio, desarrollarse intelectual y personalmente y mantenersefísica y mentalmente sanos. Y a largo plazo, ya siendo adultos, tienen más probabilidades de acabar desempleados, seguir siendo pobres y de vivir permanentemente en la exclusión social.