Becas
«Sin esta garantía no habría vuelto a España»
La Fundación «la Caixa» ha becado a105 investigadores para desarrollar sus trabajos en España y Portugal
Pablo Herreros estudió un grado en Ingeniería del Medio Natural en Madrid, una formación centrada en la gestión del impacto ambiental que le permitió conocer cómo funciona un sistema natural, pero en la que apenas se trata el medio urbano como un entorno en el que también ocurren procesos naturales.
Por ello, completó su formación con un máster en Holanda sobre Manejo Ambiental Urbano con el fin de «hallar respuestas a si es posible gestionar la ciudad como un ecosistema, en el cual las personas no son usuarios del ecosistema, sino parte del mismo», recuerda. A continuación, viajó a Nueva York para trabajar con un equipo dedicado a la adaptación de las ciudades al cambio climático usando soluciones basadas en la naturaleza como alternativa a medidas más artificiales, intensas energéticamente o con mayor consumo de materiales.
«Aprendí mucho acerca de los procesos que pueden hacer que una ciudad sea más sostenible y más adaptada al cambio climático», dice Pablo, quien comenta que ese periodo le sirvió también para comprobar que «al elegir qué intervenciones vas a hacer, puedes optar por diferentes criterios o prioridades y, según por cuáles optes, ello se va a traducir en que va a haber partes de una ciudad que se adapten mejor al cambio climático y otras que no se adapten tan bien». Es el concepto de la justicia ambiental, que se refiere a la exposición desigual por parte de las comunidades más vulnerables a las amenazas del cambio climático y a las medidas que se toman para resolver esos problemas.
Durante su estancia en Estados Unidos profundizó mucho en este campo al ayudar a oenegés a generar datos y conocimientos mediante índices de vulnerabilidad con los que crear mapas de prioridad que garanticen que las intervenciones benefician a las comunidades que más lo necesitan, y ahora está trabajando en su doctorado con el fin principal de «explorar cómo distintos procesos de cocreación y cartografia más abstracta que la física pueden ayudar a entender las complicaciones de las ciudades, que los mapas, a veces, sobresimplifican».
Y ello ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación «la Caixa» a través de su programa de becas de doctorado INPhINIT, cuya ceremonia de entrega se celebró ayer. «La beca supone para mí el poder hacer el doctorado y hacerlo en España», señala Pablo. «Necesitaba dar un paso más y crear mi propia línea de investigación y, en este sentido, la beca de “la Caixa” es única. Sin esta garantía, no me habría vuelto a España».
Becas Junior Leader
Como Pablo, otros 64 investigadores se han beneficiado de una de estas becas de doctorado, que favorecen el que puedan desarrollar sus proyectos en universidades y centros de investigación de España y Portugal, las cuales no solo ofrecen apoyo económico, que se concreta en 122.592 euros por beca por un periodo de tres años, sino también formación.
Con este proyecto de ayudas, la Fundación «la Caixa» apuesta por retener el talento pero también por atraer a investigadores extranjeros a los centros de investigación españoles y portugueses. Este es el caso de Marianna Spatola, una de las 40 beneficiarias de la segunda línea de becas que ofrece la entidad a los jóvenes investigadores, las de posgrado Junior Leader, que también se entregaron ayer. Éstas están dirigidas a financiar proyectos de investigación en el ámbito de la salud y de la vida, de la tecnología, la física, la ingeniería y las matemáticas, y cuentan con una dotación de 305.100 euros y tres años de duración.
Marianna estudió medicina en Turín y se especializó en neurología en Lausana, Suiza, donde entró en contacto con quien descubrió en 2007 los anticuerpos que provocan las encefalitis autoinmunes y ello despertó su interés. «Vi que me gustaba comprender los mecanismos de las enfermedades neurológicas y, en particular, las que son infamatorias y se deben a unos anticuerpos que atacan al cerebro provocando una encefalitis autoinmune», explica Marianna, de manera que decidió hacer un doctorado para estudiar estas patologías, el cual le llevó a vivir durante cuatro años en Barcelona, periodo tras el cual viajó a Boston (EE UU) para hacer un posdoctorado.
«En Estados Unidos estuve investigando pero mi familia y yo queríamos volver a Europa y apliqué a varias opciones. Me salieron todas, pero la de la Fundación “la Caixa” era la que mejor me encajaba porque financia el material del laboratorio y el salario y eso no es frecuente».
Sobre su investigación de posdoctorado, Marianna concreta que «se centra en la encefalitis autoinmune, que puede estar asociada a un tumor o a una infección. Yo me centro en entender los mecanismos que hay detrás de la encefalitis por Herpes, un virus que tiene un 90% de la población pero que suele estar latente y, cuando se reactiva, normalmente genera el herpes labial. «Sin embargo, hay veces en las que el virus viaja al cerebro y causa una encefalitis que en el 70% de los casos puede ser mortal y quienes sobreviven tienen déficits neurológicos».
«Además hay un tercio de los pacientes que desarrolla en un segundo término estas encefalitis autoinmunes con anticuerpos contra el cerebro, que es una complicación de esas encefalitis herpéticas, y mi objetivo con este proyecto de investigación es entender cómo la respuesta contra el virus puede estar relacionada con el desarrollo de una autoinmunidad contra el cerebro para buscar la terapia más adecuada».
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