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Símbolo de estatus

Este es el nuevo símbolo de estatus de 2025 (y no es algo que puedas comprar)

En un contexto de inflación, caída de la natalidad y cambios en los estilos de vida, surge una nueva forma de mostrar prosperidad y bienestar

Este es el nuevo símbolo de estatus de 2025 (y no es algo que puedas comprar) Instagram @ballerinafarm

En 2025, las cifras hablan por sí solas: las tasas de fecundidad se encuentran en mínimos históricos, 1,44 hijos por mujer en Reino Unido, 1,6 en Estados Unidos y aún menos en países como Japón o Corea del Sur. En España, el panorama es todavía más extremo: el país registra apenas 1,12 hijos por mujer, situándose entre los niveles más bajos del mundo.

En este escenario, optar por una familia numerosa supone desafiar las tendencias demográficas y, al mismo tiempo, proyectar una imagen de recursos, organización y estabilidad que no está al alcance de todos.

De lo cotidiano a lo aspiracional

La idea de tener varios hijos, que durante generaciones fue lo normal, ha cambiado de significado. Hoy, en un contexto de precariedad laboral, dificultad para acceder a la vivienda y un coste de vida cada vez más elevado, criar a más de dos hijos se percibe como algo excepcional. Más que una opción mayoritaria, se ha transformado en una aspiración visible en la cultura popular y en las redes sociales.

Influencers ligados a la estética de la trad wife (esposa tradicional), familias famosas como los Baldwin o figuras como Elon Musk, con su numerosa descendencia, han contribuido a proyectar esta imagen como aspiracional. En España, aunque con menos visibilidad internacional, también hay ejemplos de creadores de contenido y celebridades que muestran su vida con varios hijos como un estilo cuidado, organizado y envidiable.

El mercado también toma nota

La industria del lujo y del estilo de vida familiar ha sabido capitalizar esta tendencia. Carritos de bebé de diseñador, moda infantil exclusiva o celebraciones de cumpleaños organizadas como auténticos eventos sociales marcan la diferencia entre quienes pueden sostener una vida numerosa con abundancia y quienes apenas llegan a fin de mes.

En paralelo, los servicios de apoyo se han disparado: niñeras internas, cuidadoras especializadas o personal doméstico con salarios que pueden alcanzar cifras de seis dígitos en países como Estados Unidos. En España, aunque el contexto económico es diferente, se refleja en el aumento de la demanda de servicios de conciliación, desde guarderías privadas hasta programas de acompañamiento escolar.

Entre la crítica y la admiración

No todos reciben este fenómeno con entusiasmo. Algunos expertos señalan que exhibir estos modelos en redes sociales puede generar expectativas irreales y reforzar estereotipos de género, además de invisibilizar las dificultades reales de la maternidad y la paternidad en contextos menos favorecidos. Otros, en cambio, lo ven como un cambio cultural inevitable: en un mundo de recursos escasos, mostrar que se puede criar una familia numerosa con estabilidad se convierte en un símbolo poderoso de seguridad y privilegio.