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Ciencia

Un estudio revela un mecanismo evolutivo de las lombrices de tierra que desafiaría a Darwin

Rompieron su genoma en mil pedazos para reconstruirlo de forma radicalmente distinta cuando pisaron tierra firme hace 200 millones de años

Imagen de la lombriz de tierra leonesa Jorge DominguezLa Razón

El estudio liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) revela que los gusanos de mar rompieron su genoma en mil pedazos para reconstruirlo de forma radicalmente distinta cuando pisaron tierra firme hace 200 millones de años, lo que desafiaría la teoría de Darwin.

El descubrimiento, que publica la revista Nature Ecology and Evolution, se basa en un estudio de genómica comparativa de lombrices de tierra y sus parientes marinos, ha informado este miércoles el IBE.

Los investigadores han concluido que las lombrices, para adaptarse del mar a la tierra, aplicaron mecanismo de "desorden genómico" que es similar al que ocurre en el desarrollo del cáncer, lo que podría iluminar tanto el origen evolutivo de la biodiversidad terrestre como contribuir a la salud humana.

En 1859, Darwin imaginó la evolución como un proceso lento y gradual, con especies acumulando pequeños cambios a lo largo del tiempo.

Sin embargo, él mismo se sorprendió al mirar el registro fósil y no encontrar los eslabones perdidos, es decir, esas formas intermedias que deberían corroborar su teoría de la evolución gradual.

La escasez de formas intermedias llevó a los paleontólogos Stephen Jay Gould y Niles Eldredge a proponer en 1972 la teoría del equilibrio puntuado, según la cual las especies no cambian lentamente, sino que permanecen estables durante millones de años y luego, de repente, dan saltos evolutivos breves y radicales.

Ahora un equipo de investigación liderado por el IBE, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), apunta por primera vez a un mecanismo de reorganización genómica rápida y masiva que pudo intervenir en la transición de los animales de los océanos a la tierra, hace 200 millones de años.

El equipo ha demostrado que los anélidos marinos (los gusanos) reorganizaron su genoma de arriba a abajo, dejándolo irreconocible, al abandonar los océanos y pisar tierra firme.

Las observaciones apuntan a que esos cambios abruptos en el genoma pudieron intervenir en la adaptación de los animales estudiados a ambientes terrestres.

Según los investigadores, este mecanismo genético identificado podría transformar la concepción de la evolución de los animales y sacudir las leyes de la evolución de los genomas que se conocen hasta ahora.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo ha secuenciado por primera vez el genoma de alta calidad de varias lombrices de tierra y los ha comparado con los de otras especies de anélidos cercanas (sanguijuelas y anélidos marinos).

Así, con la misma precisión con la que se secuencian los genomas humanos, el equipo ha conseguido viajar en el tiempo hasta hace más de 200 millones de años, cuando vivieron los ancestros de las especies secuenciadas.

"Se trata de un episodio evolutivo esencial para la vida en el planeta, puesto que muchas especies, como los gusanos o los vertebrados, que vivían en el océano, pisaron entonces por primera vez tierra firme", ha valorado la investigadora principal del grupo de Filogenómica y Evolución de Genomas Animales en el IBE, Rosa Fernández.

Los resultados de este estudio abren la puerta a comprender mejor la potencia de esta reorganización extrema genética en la salud humana, pues es un mecanismo que se había observado anteriormente en la progresión del cáncer.

Según los investigadores, la única diferencia es que, mientras en los gusanos estas roturas y reorganizaciones genómicas son toleradas, en humanos dan lugar a enfermedades.

El estudio ha contado con la colaboración de personal investigador de las universidades Autònoma de Barcelona, Complutense de Madrid, de Colonia (Alemania) y Libre de Bruselas, así como del Trinity College de Dublín, informa Efe.