Para producir una exótica gelatina

El fármaco chino que pone en peligro a los burros

Una medicina «milagrosa» tiene a estos animales como un ingrediente básico, lo que provoca que millones sean sacrificados

El burro tenía la rabia
Un burroAgencias

Más de cuatro millones de burros son sacrificados y desollados cada año para producir Ejiao, una exótica gelatina que se utiliza en la medicina tradicional china compuesta principalmente de colágeno, y que se puede añadir a bebidas o convertirse en suplementos y cosméticos dermatológicos. Su uso se remonta a miles de años, con afirmaciones no corroboradas de que sus milagrosas propiedades pueden ralentizar el envejecimiento, curar la anemia, aumentar la libido, mejorar la fertilidad, aliviar el insomnio o promover la salud.

Históricamente, el Ejiao se ha considerado una "medicina para emperadores", pero hoy se comercializa como un producto de bienestar de producción masiva para la población china, cada vez más acomodada. No obstante, con el preocupante envejecimiento del país, que se calcula que en 2030 albergará a unos 400 millones de jubilados, es probable que la tendencia de su demanda se acentúe.

En China se ha invertido considerablemente en el sector de la cría de burros, pero a pesar de la gran cantidad de recursos e inversiones disponibles, el sector sigue siendo incapaz de reproducir un número suficiente para satisfacer las necesidades de la población. Dado que su biología hace imposible la cría en masa como la del ganado - el periodo de gestación puede durar más de un año-, cualquier obstáculo a la importación de sus pieles puede aumentar la presión sobre la vigorizada industria del Ejiao.

Según un estudio reciente, el insaciable deseo de Ejiao por parte del gigante asiático se traduce en un consumo anual de más de cinco millones de burros, de los cuales tan sólo dos millones son de origen nacional. Al parecer, el resto procede de la importación ilegal del animal, que lamentablemente a menudo es objeto de un trato cruel o es robado a los granjeros que dependen de él para su subsistencia.

Por otra parte, la excesiva demanda ha disparado el precio de las pieles, según Humane Society International, cuyas estadísticas más recientes indican un incremento de los precios de menos de 2 dólares estadounidenses a más de 400, incluso hay quien apunta a que la venta puede dispararse hasta alcanzar los 1.000 dólares.

Así, en noviembre el grupo de 55 miembros de la Unión Africana aprobó un informe en el que se pedía prohibir la matanza y la exportación de sus pieles durante 15 años.

El continente africano es el epicentro del comercio de Ejiao, ya que cuenta con más burros que en ningún otro lugar del planeta -unos 53 millones-, y las leyes que rigen el bienestar de los equinos varían entre sus 54 naciones. Es el caso de Kenia, que levantó la prohibición del sacrificio de sus ejemplares en los últimos años, y ha sufrido un drástico descenso de su población equina. Por ejemplo, entre los años 2016 y 2018 se sacrificaron unos 300.000 de estos animales.

Cabe destacar que cuando se cazan furtivamente o se roban a las comunidades rurales de los países afectados, desaparece el principal medio de sustento económico de millones de familias y empresas, lo que tiene un efecto devastador. Desde facilitar el acceso al agua, hasta trabajar en las cadenas de suministro agrícola o en el transporte, un burro de trabajo supone un medio de vida económico, de costear unos estudios o de llevar comida a la mesa. Además, estos robustos animales son cruciales para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030 y, sin embargo, su población mundial está cayendo en picado.

Los contrabandistas se sirven de tramas ya establecidas para el tráfico de otras especies con el fin de enviar a los burros a través de las porosas fronteras hasta Kenia para sacrificarlos, y son transportados en largos viajes en condiciones insalubres, donde un número significativo muere en el camino. "Los que sobreviven son asesinados de las formas más horribles, degollados, despellejados vivos o apaleados", afirman los expertos.

Entre tanto, Brasil ha aprobado recientemente un proyecto de ley para prohibir el sacrificio de caballos y burros, y este será remitido próximamente a la comisión parlamentaria de constitución y justicia. Si bien este país es uno de los mayores mercados chinos, el animal también tiene además un gran significado cultural para el pueblo brasileño.

Con las medidas adoptadas en países como Brasil y África, se interrumpirá el suministro de dos de los mayores mercados del sector. Con todo, la comunidad internacional espera que esta decisión anime a la industria del Ejiao a buscar alternativas sostenibles y libres de crueldad.

Por otra parte, se han presentado pruebas que indican que el comercio de Ejiao no solo pone en peligro los medios de subsistencia, sino que también corre el riesgo de propagar enfermedades zoonóticas de África a Asia. Un informe publicado en 2022 por Donkey Sanctuary,- una organización sin fines de lucro con sede en el Reino Unido centrada en el bienestar de los burros- , señaló que las pruebas genéticas realizadas en pieles provenientes de un matadero en Kenia dieron positivo para peste equina y SARM (Staphylococcus aureus resistente a meticilina), un grupo de bacterias resistentes a los antibióticos. Estos hallazgos son preocupantes, ya que indican la posibilidad de una propagación de enfermedades peligrosas a través del comercio del producto medicinal centenario.