El futuro de la educación en la próxima década

La educación es clave para desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad. La transmisión de conocimientos permite adquirir competencias y habilidades.

El nivel de formación de la población es un indicador relacionado con el desarrollo y los niveles de empleo en la sociedad. La Agenda 2030 se compromete a reforzar determinados aspectos con el fin de garantizar una educación de calidad que prepare a las personas para alcanzar el desarrollo sostenible de la sociedad, haciendo que sean y se sientan miembros de la comunidad educativa.

El planteamiento asegura el acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad. Así como la finalización de la educación primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, de calidad y equitativa apostando por herramientas tecnológicas e innovación educativa y con resultados valiosos en el aprendizaje, así como efectivos y pertinentes.

Combatir la desigualdad de género, asegurando el acceso igualitario y para todos los colectivos vulnerables con un acceso igualitario a la formación técnica, profesional y superior de calidad, incluyendo la enseñanza universitaria. Del mismo modo, aumentar el número de jóvenes y adultos alfabetizados, con nociones elementales, y competencias necesarias para acceder al empleo y emprendimiento. Para ello, poner el énfasis en el aumento de la oferta de docentes calificados, incluso mediante la cooperación internacional, y en el número de becas a nivel mundial. Apostando por entornos e instalaciones inclusivas, eficaces y seguras para todas las necesidades.

Una educación para el desarrollo sostenible es un aspecto elemental para la formación del futuro y el alcance de estilos de vida que sean sostenibles, con un enfoque orientado a los derechos humanos, igualdad de género, fomento de la no violencia y de una cultura centrada en la paz, etc.

La Agenda 2030 proporcionará educación básica a 444 millones de niños entre 3 y 15 años, que es 2,6 veces el número de alumnos matriculados a día de hoy. Al mismo tiempo que conseguirá una ciudadanía mundial que valore la diversidad y que contribuya culturalmente al desarrollo sostenible.