Entrevista

Hans Zollner: "León XIV deberá escuchar más a las víctimas y aplicar las leyes existentes"

Este jesuita alemán es uno de los mayores expertos mundiales en el abordaje de los casos de abuso en la Iglesia católica. Abandonó la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores hace 2 años denunciando resistencias internas

German Jesuit priest Hans Zollner
German Jesuit priest Hans ZollnerPATRICIA DE MELO MOREIRA AFP

En 2019, el Papa Francisco encargó al jesuita Hans Zollner (Ratisbona, 1966) la organización de una histórica cumbre contra la pederastia clerical en el Vaticano, en la que casi 200 jerarcas de la Iglesia católica tuvieron que escuchar, cara a cara, las historias narradas por decenas de víctimas. Fueron cuatro días que pusieron los pilares de algunas reformas aprobadas más tarde por el Pontífice argentino, como la abolición del secreto pontificio en los casos de abuso o una mayor cooperación entre las instituciones eclesiásticas y la justicia civil, que no siempre se ha logrado alcanzar pero que hizo que emergieran las denuncias de abusos incluso en países donde hasta entonces eran un tabú.

Miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores creada por Francisco para tratar y prevenir los casos de abuso en la Iglesia católica, que abandonó hace dos años denunciando resistencias internas, Zollner sigue siendo uno de los mayores expertos en la materia como director del Instituto para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana y consultor de la diócesis de Roma.

En conversación con LA RAZÓN, el sacerdote alemán defiende los avances alcanzados durante el pontificado de Francisco, pero reconoce que todavía queda mucho trabajo por hacer, y sugiere que León XIV deberá empeñarse en "escuchar a las víctimas" y aplicar las leyes ya existentes para acabar con este delito dentro de la Iglesia.

¿Ha tenido oportunidad de conocer al Papa León XIV?

Sí, en 2012 Robert Prevost participó como prior general de los Agustinos en la inauguración de nuestro Centro para la Protección de Menores de la Universidad Gregoriana, y era el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Perú cuando viajé a Lima en 2020 para impartir un taller sobre la seguridad y salvaguarda en la Iglesia.

¿Cree que León XIV continuará con las reformas impulsadas por Francisco para luchar contra los abusos en la Iglesia?

Esperemos que el nuevo Pontífice continúe e intensifique el maratón que la Iglesia inició en serio con Benedicto XVI, y que amplió con Francisco. La salvaguardia, es decir, la creación y el cuidado de espacios seguros, de relaciones seguras y procedimientos seguros, debe convertirse cada vez más en una misión común de una Iglesia que sigue el ejemplo y la enseñanza de Jesucristo. Así como continuar con la promoción de los principios de la Cumbre contra la pederastia de 2019 que se centró en la responsabilidad, la transparencia y, sobre todo, en la rendición de cuentas, es decir, exigir cuentas a los responsables, obispos pero también laicos, de sus acciones.

¿Y qué opina de los ataques dirigidos contra el Papa por una supuesta omisión respecto a varias denuncias de abusos durante su etapa en Perú?

Muy destacadas víctimas de abusos en Perú, así como los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz, han hablado a favor de Prevost y vinculan las acusaciones con el caso del Sodalicio de Vida Cristiana...

Francisco disolvió precisamente este grupo ultracatólico, que operaba como una secta, justo una semana antes de morir. ¿Cuál cree qué es el legado de Francisco que hereda León XIV?

En su modo de escuchar a las víctimas de abusos, el Papa Francisco fue un ejemplo en la Iglesia, no sólo para los obispos, sino para todos los fieles. Cambió muchas leyes al respecto e inició un proceso de toma de conciencia sobre los aspectos sistémicos –institucionales, estructurales– que contribuyen a situaciones de abuso y negligencia respecto a las normas de la propia Iglesia.

Acompañó al Papa Francisco en uno de sus primeros encuentros con víctimas de abusos en el Vaticano. ¿Cómo recuerda ese momento?

Fue muy conmovedor e impresionante. El Papa estaba presente con el corazón y la mente abiertos, con toda su existencia. Era simplemente un pastor que aceptaba todo lo que escuchaba: rabia, acusaciones, desesperación... sin barreras, ni siquiera un poco a la defensiva.

Con la elección de León XIV se abre una nueva etapa. ¿Cuál es el principal desafío al que se enfrenta?

Creo que las iglesias locales están haciendo un buen trabajo en muchos países, pero tenemos que comprometernos más tanto en la escucha de las personas heridas como en la aplicación coherente y transparente de las normas eclesiásticas existentes y las leyes contra el abuso y el encubrimiento. Su mayor desafío, sin duda, será conseguir motivar a los líderes de la Iglesia y a todos los fieles a escuchar a las víctimas.

¿Y la mayor dificultad?

Un Papa puede hacer poco solo. Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, todos los fieles, aunque en diversos grados, deben sentirse y actuar de manera responsable para lograr una Iglesia y un mundo más seguro.