Tragedia en Barbate

"No hay ni una embarcación operativa en Cádiz: ¿cómo van a combatir el narco?"

Los compañeros de los guardias civiles muertos en Barbate denuncian que la tragedia se podía haber evitado con más medios

Llegada a la comandancia de la Guardia Civil en Cádiz del féretro con los restos de Miguel Ángel Gómez González, agente del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), natural de San Fernando (Cádiz), ha quedado instalada esta tarde en la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, tras su fallecimiento este viernes en Barbate (Cádiz) al ser arroyado por una narcolancha en el puerto de Barbate.
Llegada a la comandancia de la Guardia Civil en Cádiz del féretro con los restos de Miguel Ángel Gómez González, agente del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), natural de San Fernando (Cádiz), ha quedado instalada esta tarde en la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, tras su fallecimiento este viernes en Barbate (Cádiz) al ser arroyado por una narcolancha en el puerto de Barbate. Román RíosAgencia EFE

Era un día más en la «oficina»: narcos que intentan alijar en las costas gaditanas contra policías que tratan de impedirlo. Es decir: David contra Goliat. Como ocurría hace unos años en las persecuciones por Madrid cuando unos aluniceros venían de dar un «palo» y huían por la M-40 a 200 Km/hora en un X5 mientras la Policía trataba de detenerles subidos en una Picasso, los llamados «zetas» de Seguridad Ciudadana. Tanto Policía como Guardia Civil llevan muchos años diciendo que, ya no es solo que se jueguen la vida (los delincuentes no tienen reparo en llevárselos por delante durante su huida) sino que con esa desproporcionalidad de medios difícilmente se va a poder alcanzar a nadie.

Y esto es lo que ocurre en la zona de Campo de Gibraltar en la lucha contra el narcotráfico que, desgraciadamente, dejó a dos guardias civiles muertos la tarde del viernes. Una narcolancha de entre unos 12 y 14 metros de eslora, 900 caballos de potencia, cuatro motores Yamaha y 5.000 kilos de peso intentaba alijar en Barbate (Cádiz) desde hace cuatro días. Mientras, la Guardia Civil trataba de disuadir a los delincuentes con una zodiac de los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas); es decir, una lancha de apenas siete metros y unos 500 kilos de peso trataba de impedirlo.

Parece evidente quien tenía las de perder. Pero ¿por qué salieron con una embarcación así a detener a unos narcos? «Estamos hartos de repetirlo: porque no hay. Faltan medios, ¿cuántas veces lo hemos dicho? Ahora mismo en Cádiz no hay ninguna embarcación operativa». Denuncia la dramática situación María del Carmen Villanueva, secretaria provincial de la Asociación Unificada de Guardia Civil (AUGC) de Cádiz. «Esta zona de España no es como cualquier otra costera. Hay en sitios del Cantábrico que los compañeros utilizan las embarcaciones para salir a vigilar, pedir papeleo a algún furtivo...lo que sea, pero no le dan tanta tralla. Aquí no. Aquí, la embarcación que llega está todas las horas de servicio sin parar, sin parar, sin parar... Y, evidentemente, se estropean en algún momento y ahora no hay ninguna. Cuando decimos que Cádiz es un sitio singular es por este tipo de cuestiones».

Por eso, desde AUGC insisten en exigir medios y personal para poder combatir al narco con armas más dignas, además de que piden que se modifique el sistema con el que se ataca al narcotráfico. «Hay que ser más contundente y cambiar las leyes», insiste Villanueva. Se refiere, por ejemplo a que, igual que las embarcaciones de tantos motores fueron prohibidas ya fueron por estar catalogadas como elemento de narcotráfico, los delincuentes no son nadie sin las personas que les suministran el combustible, ya que consumen mucho al tener que estar varados en el mar esperando el momento perfecto para alijar. «Esa gente no puede tener solo una sanción administrativa cuando les cogen», denuncia.

Una denuncia que no se puede decir que llegue tarde, porque llevan años diciéndolo, pero al haber hecho Interior caso omiso a estas peticiones, la peor de las consecuencias la pagaron con su vida el viernes Miguel Ángel y David. El primero era agente de los GEAS, tenía 39 años, era de San Fernando y tenía una hija pequeña. Por su parte, David ha muerto también muy joven: tenía 43 años, era de Barcelona pero llevaba años destinado en Navarra hasta que le trasladaron a Cádiz para atajar el problema del narcotráfico. Era agente del GAR (Grupo de Acción Rápida), un grupo creado precisamente para combatir el terrorismo. «Es uno de los cuerpos de élite de la Guardia Civil, están establecidos en Cádiz y sale el ministro el mismo viernes diciendo que aquí no pasa nada, que está todo controlado, claro», añaden desde AUGC.

La indignación y el dolor por la pérdida de los compañeros fallecidos estaba mezclada con la rabia entre todos los componentes del Cuerpo. No solo lamentan que llevan años advirtiendo de que algo así iba a pasar, sino que cuestionan el dispositivo concreto de la tarde del viernes. «Si yo fuera la familia de alguno de los fallecidos denunciaría. ¿Quién ha dado la orden de salir al mar con una embarcación así, como la del GEAS, contra una narcolancha? Eso es un suicidio», señalan fuentes cercanas a los guardias fallecidos.

Al parecer, señalan las mismas fuentes, la orden habría partido del alcalde de Barbate que se quejó al delegado del Gobierno que tenían unas narcolanchas desde hacía ya varios días pululando por la costa de Barbate. La tarde del viernes estaban por allí refugiándose del temporal. El alcalde, al parecer, habría avisado primero a la central operativa señalando el problema pero desde aquí le habrían explicado que Servicio Marítimo no podía salir de Cádiz dado la mala mar que había, así que llamó al subdelegado del Gobierno y finalmente fueron enviados los GEAS de Algeciras para disuadir a los narcos.

Pero nada más lejos de la realidad. No solo no les disuadieron sino que, en una imagen surrealista, los vecinos que estaban en el puerto viendo la escena, aplaudían y vitoreaban, no a los guardias que ponían en jaque al narco, sino al contrario. «El principio de autoridad se perdió en esta zona hace mucho y no se ha recuperado, por mucho que diga Marlaska», lamentan.

La secuencia era digna de película: tras embestir varias veces a la zodiac de la Guardia Civil con seis agentes dentro, la narcolancha pasó por encima de ellos varias veces. Además de Miguel Ángel y David, muertos en acto de servicio, hubo un tercer agente que se resultó herido grave con fracturas en un brazo. Otro está leve con puntos en una rodilla.

Poco después del desgraciado suceso se produjeron las detenciones. Según informó la Guardia Civil, primero hubo cinco arrestos. Tres de ellos estaban en la narcolancha y dos trataban de darles cobertura esperándoles con un coche en Sotogrande. Todos tienen antecedentes penales.

Más tarde se produjeron otras tres detenciones: los tripulantes que habían huido de la narcolancha. Así son ocho en total los detenidos por este suceso: seis de la narcolancha y dos que les esperaban para huir. Tienen antecedentes por tráfico de droga, robo y blanqueo, entre otros.

Durante la concentración ante en Ayuntamiento de Barbate muchos compañeros de Miguel Ángel y David recordaban que no son solo dos los muertos y se acordaron de Agustín, arrollado por un narco que se saltaba un control en una rotonda de entrada a Jerez en 2021 y de Fermín, que corrió la misma suerte en 2018 tras una persecución en San Roque.