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Las hembras de rana bermeja fingen estar muertas para evitar que los machos las molesten

Estos anfibios emplean todo tipo de tácticas para pasar desapercibidos durante la temporada de reproducción

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Ranas Pexels

El comportamiento de las hembras de ranas bermejas (Rana temporaria) durante su temporada de reproducción es cuanto menos peculiar. Estos pequeños anfibios, que durante el invierno entran en un estado de letargo, emergen de sus escondites en busca de alimento y la oportunidad de reproducirse, desencadenando una serie de comportamientos intrigantes que desafían nuestras preconcepciones sobre la biología de estas criaturas.

La subida de las temperaturas primaverales en los humedales acelera el metabolismo de estos organismos, desencadenando un aumento en la actividad de las plantas e insectos. Esto se traduce en una abundante fuente de alimento para las ranas bermejas, que, con su apetito recién despertado, se lanzan a la búsqueda de sustento y compañía. Sin embargo, es en la competencia por el apareamiento donde encontramos uno de los comportamientos más notables.

A diferencia de algunas otras especies de ranas y sapos que se vuelven territoriales durante la temporada de reproducción, los machos de las ranas bermejas muestran un apetito sexual incontenible y salen en busca de hembras sin establecer territorios. Esta singularidad puede resultar en la formación de lo que se ha denominado "bolas de apareamiento", en las cuales varios machos rodean a una hembra en celo. A primera vista, esta táctica puede parecer inofensiva, pero en ciertas condiciones puede ser peligrosa para las hembras.

Las bolas de apareamiento suelen formarse en aguas poco profundas, lo que plantea el riesgo de que las hembras queden atrapadas, con dificultades para respirar. Aunque anteriormente se creía que las hembras eran pasivas y carecían de defensas contra esta situación, investigaciones recientes han revelado una serie de tácticas sorprendentes que emplean para escapar de las garras de los machos apasionados. Algunas hembras emiten llamadas de apareamiento, imitando a los machos, mientras que otras optan por revolverse enérgicamente o incluso simulan su propia muerte para liberarse de la abrazadera de los machos. Estos comportamientos desafían nuestras suposiciones sobre la pasividad de las hembras durante el apareamiento y revelan su capacidad para lidiar con situaciones potencialmente peligrosas.

Un estudio reciente se ha centrado en la preferencia de los machos por hembras de diferentes tamaños. Experimentos han demostrado que las hembras, en su mayoría, intentan escapar de los intentos de apareamiento de los machos. Se observó que las hembras más pequeñas tenían más facilidad para liberarse y mostraban una mayor propensión a exhibir comportamientos de evasión. Este hallazgo plantea nuevas preguntas sobre la dinámica de apareamiento de las ranas bermejas y sugiere que el tamaño podría ser un factor importante en la selección de parejas.