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Veinte horas en el caos de la AP-6

Miles de vehículos quedaron retenidos en la entrada a Madrid por las nevadas. «Tuvimos que ir sacando los coches uno a uno», afirmó un militar.

Imagen de la AP-6 hoy tras la nevada caída. Javier Fdez-Largo
Imagen de la AP-6 hoy tras la nevada caída. Javier Fdez-Largolarazon

Miles de vehículos quedaron retenidos en la entrada a Madrid por las nevadas. «Tuvimos que ir sacando los coches uno a uno», afirmó un militar.

La Dirección General de Tráfico decidió reabrir la AP-51, la AP-61 y la AP-6, autopistas que enlazan Madrid con Castilla y León y con el noroeste peninsular, al mejorar la previsión meteorológica.

Las tres autopistas han estado cortadas entre Segovia y Ávila durante algo más de una hora debido al incremento de intensidad de la nevada, y se decidió reabrirlas al completo, en ambas direcciones, al remitir el temporal.

Zoido ha presidido la reunión del gabinete de crisis en la sede de la DGT para supervisar la actuación en las carreteras, una reunión a la que han asistido también el director general de Tráfico, Eduardo Serrano, el de Protección Civil, Juan Antonio Díaz, un representante de la AEMET, la agencia de meteorología, técnicos de la DGT y efectivos de la Guardia Civil.

Día 6 de enero. Sábado. Decenas de españoles cargaban sus coches de maletas y regalos rumbo a casa tras varios días de vacaciones navideñas. ¿Previsión en las carreteras? Desde el pasado viernes la Dirección General de Tráfico (DGT) insistía en sus paneles informativos de la posibilidad de nevadas en la Nacional VI y en la carretera de peaje AP-6. «Conocíamos la previsión y por miedo a que nos pillara decidimos salir antes de Zamora, sobre las siete», explica a este diario Alberto, que viajaba con su mujer y sus tres hijos.

A medida que transcurría el día, la situación meteorológica se fue agravando. Los copos de nieve empezaron a cubrir las calzadas pasadas las nueve de la noche y la situación en las entradas a Madrid comenzó a complicarse. Empezaron a producirse los cortes: la primera fue la A-1 en la localidad madrileña de Horcajo de la Sierra y eran imprescindibles cadenas en la AP-6 y la AP-61 a su paso por Segovia y en la A15 en Navarra, según la DGT, pero en ese momento no se hablaban de cortes en la carretera de peaje.

A las 12 de la noche, el 112 dio la voz de alarma, pero para muchos de los que estaban en la carretera ya no servía de mucho. Advertía a los madrileños de que no utilizaran el coche «si no es indispensable». La nieve no dejaba de caer y podía llegar hasta la almendra central. Para Alberto y su familia era demasiado tarde: «Tras pasar Tordesillas, las alertas avisaban de la necesidad de llevar cadenas en la nacional y de que la AP-6 estaba cortada desde el kilómetro 100 al 46. Pero al parar en la gasolinera, antes del peaje, no había carteles del corte y allí nos dijeron que la gente estaba entrando». Así que decidió continuar. Lo mismo debieron de pensar los cientos de coches que se iban acumulando en las vías, hasta superar el millar. La treintena de quitanieves que estaban en la zona intentaban abrir paso a los vehículos, pero seguían circulando con lentitud. Los copos no cesaban y las cadenas se convertían en imprescindibles. La falta de adherencia de los coches iniciaban los primeros colapsos y los coches se iban agolpando, más de 3.500 vehículos se amontonaban a la entrada de Madrid con temperaturas bajo cero y los depósitos en mínimos. Fue cuando se decidió llamar a la Unidad Militar de Emergencia (UME). Se desplazaron con palas, equipo médico, bebidas calientes y vehículos adaptados dos batallones, 250 militares.

«Nos movilizamos pasada la medianoche. Nosotros salimos de Villacastín y cuando llegamos, pasada la una de la madrugada, ya estaba todo embotellado», explicó a LA RAZÓN el teniente coronel Rafael Dengra, minutos después de llegar a Madrid, tras más de 15 horas de trabajo. «Tuvimos que ir sacándoles uno a uno y nos era imposible llegar a la cabecera, las máquinas quitanieves tampoco conseguían llegar. Veíamos que teníamos que ayudar a, al menos, 2.000 vehículos. Los niños se convirtieron en nuestra prioridad», afirmó el militar.

Tuvieron que atender a varios ocupantes de los coches retenidos. «Además de bebidas calientes, el equipo médico se hizo cargo de seis personas. Atendimos a dos diabéticos, a los que les facilitamos insulina, a otra por hipertensión, una con discapacidad y dos niños; uno de ellos con hipotermia», enumeró Degra. Tras esta actuación es normal que los allí presentes les despidieran con aplausos.

A primera hora de la mañana se reunió el gabinete de crisis de la DGT, mientras los políticos de diferentes partidos se pronuncionaron al respecto. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, afirmó que tanto el Ministerio de Fomento como la DGT tendrán que dar «explicaciones por la absoluta falta de previsión» ante el temporal de nieve que afectó este fin de semana a la Península. A él se sumaron otros partidos.