Limpieza
Lavar la ropa con sal: para qué sirve esta mezcla y por qué la recomiendan los expertos en limpieza
Un ingrediente tan común como la sal puede convertirse en un gran aliado en la lavadora: ayuda a fijar colores, eliminar manchas y alargar la vida útil de las prendas
Lavar la ropa es un gesto tan cotidiano que casi lo hacemos en piloto automático: separar colores, introducir la colada, añadir detergente y, en algunos casos, suavizante. Sin embargo, no siempre obtenemos los resultados esperados. A veces la ropa pierde color, aparecen pelusas o simplemente el olor fresco del lavado dura menos de lo que nos gustaría. Aquí es donde entra en juego un truco sencillo, económico y sorprendentemente eficaz: añadir sal al proceso de lavado es algo que han recomendado muchos expertos en limpieza.
Lejos de ser una ocurrencia popular sin base, la sal se ha utilizado tradicionalmente en el cuidado textil, y hoy los expertos en limpieza siguen avalando su utilidad si se emplea de manera adecuada.
¿Por qué la sal es un complemento útil en la colada?
La sal común posee propiedades que interactúan con las fibras textiles y con el detergente. Según especialistas en química doméstica y limpieza sostenible, aporta varios beneficios:
- Fija los colores: al añadir sal en el primer lavado de una prenda nueva, se consigue que los tintes se adhieran mejor a la tela. Esto ayuda a prevenir que los colores se destiñan con los lavados posteriores. De hecho, este truco se utilizaba desde hace décadas en los hogares para conservar la intensidad de los tejidos de algodón y lino.
- Refuerza la acción del detergente: la sal ablanda el agua al reducir la dureza causada por minerales como el calcio o el magnesio. En aguas duras, esto significa que el detergente actúa con mayor eficacia, lo que mejora la limpieza general de la colada.
- Elimina manchas rebeldes: la sal tiene un efecto absorbente que ayuda a disolver manchas de grasa fresca, sudor o vino. Espolvoreada directamente sobre la mancha antes de lavar, evita que se fijen al tejido.
- Reduce pelusas y bolitas: algunos expertos señalan que la acción de la sal sobre las fibras puede disminuir la formación de esas pequeñas bolas de tejido que afean la ropa tras varios lavados.
- Neutraliza olores: gracias a su capacidad para absorber la humedad, la sal también ayuda a eliminar malos olores incrustados en prendas deportivas o toallas.
Cómo aplicar este truco correctamente
La forma más sencilla de aprovechar los beneficios de la sal en la lavadora es añadir una o dos cucharadas al cajetín del detergente, junto con la dosis habitual de producto. Otra opción es disolverla previamente en agua y verter la mezcla en el tambor antes de iniciar el programa de lavado.
Para manchas concretas, se puede aplicar directamente sobre la prenda:
- En manchas de vino, conviene cubrir de inmediato la zona con sal, dejar que absorba el líquido y después lavar con normalidad.
- En el caso de manchas de sudor o desodorante, se recomienda frotar la prenda con una mezcla de sal y agua tibia antes de introducirla en la lavadora.
Es importante recordar que la sal debe utilizarse con moderación. Un exceso puede tener un efecto corrosivo a largo plazo sobre el tambor o las resistencias de la lavadora. Por eso, los expertos recomiendan emplear esta técnica como refuerzo ocasional y no en todos los lavados.
Además, aunque la sal resulta útil en muchos tejidos, no es adecuada para todos los casos. Prendas delicadas como la seda o la lana pueden dañarse con este tipo de tratamientos, por lo que es preferible utilizar métodos más suaves. Además, si se trata de ropa técnica o impermeable, es mejor seguir siempre las instrucciones específicas del fabricante.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que, más allá de trucos caseros, lo más eficaz para prolongar la vida de la ropa es un uso correcto de la lavadora: no sobrecargar el tambor, emplear la cantidad justa de detergente y elegir programas adecuados para cada tipo de prenda.
Así que, ocasionalmente, añadir sal en los lavados puede ser un ingrediente barato, fácil de conseguir y respetuoso con el medio ambiente, que puede marcar la diferencia en la colada si se emplea de forma inteligente. Puede ayudarnos a mantener los colores vivos, a eliminar manchas difíciles y a alargar la vida útil de nuestra ropa. Eso sí, siempre con moderación y sentido común. A veces, los remedios más efectivos están al alcance de todo el mundo.