En busca de una vida mejor

Más de 8.500 migrantes murieron en 2023, cifra récord histórica

Más de la mitad fueron por ahogamiento. La ruta del Mediterráneo sigue siendo la más mortífera, con 3.129 fallecidos

Migrantes llegan a una playa en Dungeness, en Reino Unido
Migrantes llegan a una playa en Dungeness, en Reino UnidoEuropa Press/Contacto/Steve FinnEuropa Press

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que más de 8.500 personas perdieron la vida en 2023 en rutas migratorias de todo el mundo, por lo que el año pasado se situó como el más mortífero desde que comenzaron a recopilarse registros hace una década.

El año pasado cerró con 8.565 fallecidos, un 20% más que el ejercicio precedente y por encima del récord de 2016, cuando se registraron 8.084 víctimas mortales. Se trata, en cualquier caso, de cifras aproximadas, ya que la propia agencia asume que miles de personas desaparecen sin dejar rastro, tanto en tierra como en el mar.

Más de la mitad de las muertes corresponden a casos de ahogamiento, mientras que el 9% deriva de accidentes de tráfico y un 7% de la violencia, según el informe divulgado este miércoles, informa Ep.

Por rutas, la del Mediterráneo sigue siendo la más mortífera, con 3.129 fallecidos -el dato más alto desde 2017-, pero las estadísticas también han empeorado en Asia, con 2.138 casos, entre ellos los de cientos de refugiados afganos y rohingyas. África, por su parte, acumula 1.866 fallecidos: la mayoría de las muertes corresponden a la travesía por desierto del Sáhara y a la ruta marítima hacia las Islas Canarias. En el archipiélago, la llegada de inmigrantes irregulares se ha incrementó un 540% en los dos primeros meses del año, lo que supone una cifra de 14.035, según los datos del último balance del Ministerio del Interior.

En general, la OIM estima que las cifras reales globales y regionales de migrantes muertos en ruta son más alta que las documentadas por las dificultades en la recopilación de datos, en particular en lugares remotos como el Parque Nacional del Darién, en Panamá, o en las rutas marítimas. La organización registra regularmente informes de naufragios "invisibles" en los que las embarcaciones desaparecen sin dejar rastro, aseguró.

La OIM creó en 2014 su Proyecto de Migrantes Desaparecidos, a raíz de dos naufragios frente a las costas de Lampedusa, y en este tiempo ha dado cuenta de más de 63.000 muertes. Para reducir estas cifras, ha reclamado medidas políticas como el establecimiento de rutas y métodos seguros para que la población que lo necesite pueda moverse a otro país.

La subdirectora de la agencia, Ugochi Daniels, ha señalado en un comunicado que "todas y cada una" de las víctimas son "una tragedia humana terrible". Son, además, "un recordatorio de que debemos comprometernos con mayores acciones que puedan garantizar una migración segura para todos", para que "las personas no tengan que arriesgar sus vidas en busca de una mejor", ha añadido.