
Estudio
Más de la mitad de los adolescentes ha sido testigo de actos de discriminación hacia otros jóvenes
Los que sufren algún trastorno mental, enfermedad física o discapacidad intelectual sufren mayor discriminación que quienes no presentan estas condiciones

El 54,3% de los adolescentes dice haber presenciado acciones de discriminación hacia alguno de sus compañeros de clase, sobre todo burlas e insultos, principalmente por parte de otros adolescentes, y el entorno en el que esto suele suceder es mayoritariamente el escolar.
Esta es una realidad que pone de manifiesto el estudio «La estigmatización y la discriminación como factores de vulnerabilidad en la adolescencia», impulsado por el Observatorio Social de Fundación La Caixa y elaborado a partir de la encuesta en línea realizada a mil adolescentes españoles de entre 12 y 16 años, el cual revela también las causas más frecuentes de esa discriminación.
Así, la pertenencia a una minoría étnica es la causa de discriminación observada por el 26% de los jóvenes encuestados, por delante de los temas relacionados con el aspecto físico, como podría ser la vestimenta, la altura o el peso.
El género u orientación sexual (8%), la salud, tanto física como mental, y cuestiones del ámbito psicológico, como determinados rasgos de personalidad o la capacidad académica, serían también algunas de las causas de discriminación observadas por los adolescentes, de los cuales entre el 15% y el 30% reconocen ser discriminados a menudo por iguales y, en menor medida, por desconocidos, profesores o familiares.
En esta línea, el 17,3% de los encuestados considera que la gente actúa con frecuencia como si pensara que no son inteligentes, mientras que un 16,4% cree que ser tratado con menos educación o cortesía que otras personas. De hecho, el 13,5% dice ser objeto de motes o insultos con frecuencia y el 6,2% asegura recibir amenazas o agresiones al menos varias veces al mes.
Entre las causas de la discriminación vivida que estos jóvenes han identificado destaca la edad, el aspecto físico, la altura o el peso, por delante otros aspectos como la economía familiar o los problemas de salud mental.
Mayor vulnerabilidad
Asimismo, tal y como señala Clara González, autora principal de este estudio, «al comparar grupos, encontramos que los adolescentes con algún trastorno mental, enfermedad física o discapacidad intelectual, así como aquellos que tienen contacto con estas condiciones, son más discriminados que los que no las presentan».
En este sentido, en este trabajo «se identifican ciertas creencias y sentimientos de ayuda excesiva, así como de pena o lástima» en relación al estigma asociado a los jóvenes con discapacidad, enfermedad física o problemas de salud mental, y todo ello desemboca en un mayor deseo de distancia social frente a relaciones más íntimas o cercanas con estas personas.
El tamaño de la población de residencia es también un factor que favorece la discriminación. Y es que en ciudades de gran tamaño, es decir de más de 200 mil habitantes, los adolescentes encuestados dicen sufrir mayor discriminación que aquellos que viven en localidades pequeñas, con menos de 10 mil habitantes.
En definitiva, a tenor de los resultados de este informe, «la presencia de discriminación y estigma entre los adolescentes parece seguir existiendo, en especial en aquellos grupos que tradicionalmente han sido más discriminados», concluye Clara González.
Al respecto, la investigadora señala que «los jóvenes con problemas de salud, física o mental, pueden ser doblemente vulnerables, ya que además de sus problemas deber hacer frente a la discriminación y el estigma».
✕
Accede a tu cuenta para comentar