Energía

Para el 59,4% la energía verde es demasiado cara

Además, el 77,1% no estaría dispuesto a pagar más en la factura de la luz para eliminar las del petróleo y el carbón.

El Acuerdo de París incidirá de manera total en el desarrollo de las energías llamadas limpias. Lo que no está claro es la velocidad a la que se impondrán a las fósiles
El Acuerdo de París incidirá de manera total en el desarrollo de las energías llamadas limpias. Lo que no está claro es la velocidad a la que se impondrán a las fósileslarazon

Además, el 77,1% no estaría dispuesto a pagar más en la factura de la luz para eliminar las del petróleo y el carbón.

Energías renovables y combustibles fósiles están a ambos lados de la balanza de los recursos energéticos mundiales. La apuesta por los segundos, con el petróleo y el carbón a la cabeza, ha sido piedra de discusión durante los últimos años. El fiel de la balanza también se ha visto alterado, de manera sustancial, por la política o la ecología. Decisiones de gobierno que han supuesto la puesta en el mercado de grandes cantidades de petróleo o ayudas –en algunos momentos dadas alegremente– a las multinacionales de la energía para el desarrollo de otras fuentes, como la solar o la eólica, han afectado de manera clave a este equilibrio entre ambas fuentes de energía. Además, la elección no es tan fácil, pues, a la vista de las experiencias en distintos países, no hay una relación entre los precios del petróleo y el comportamiento de las energías renovables, entre otras cosas, porque el petróleo es clave para el transporte, pero no para la producción de electricidad. Por otro lado, la concienciación de la población no es demasiado grande. Como hoy recoge la encuesta de NC Report, el 70,6% no está dispuesto a aceptar que se incrementen los impuestos al consumo de energías fósiles. Ni tampoco a pagar más en la factura de la luz. Difícil ecuación entre la urgencia de que todos los países del mundo se sumen al Acuerdo de París contra el cambio climático –que incidirá de manera decisiva en todos los acuerdos comerciales– y la necesidad de una visión cortoplacista que salve empleos amenazados por su alto índice de contaminación en la industria. Parece claro que la primera opción saldrá vencedora..., pero no tan pronto como se preveía. El cambio de paradigma llevará su tiempo.