
Ley antitabaco
Multas desde 100 euros a los padres de menores que fumen o vapeen
Sectores como el del vapeo y la hostelería vaticinan que el caracter prohibicionista de la ley logrará el resultado contrario al que persigue

El Anteproyecto de Ley del Tabaco, aprobado esta mañana por el Consejo de Ministros establece que, si un menor consume tabaco o productos relacionados, la multa deberá ser pagada por sus padres, madres o tutores legales. Se considera una falta leve, con una penalización de 100 euros si se se trata de un hecho aislado y no repetido, aunque el texto establece un rango de 100 a 600 euros para las infracciones leves.
El nuevo texto prohíbe el consumo de productos del tabaco a las personas menores de edad con el fin de intensificar la protección de la salud de la infancia y adolescencia. En caso de incumplir la normativa, serán los responsables de los menores los que tengan la responsabilidad subsidiaria.
La nueva Ley establece como novedad la prohibición de facto de consumir tabaco en cualquiera de sus formas a los menores de edad, mientras antes lo único que se regulaba era la venta. Una medida que el Ministerio de Sanidad lleva por bandera en su lucha contra el humo, pero que, a juicio de sectores implicados, como el del vapeo o la hostelería, tiene el riesgo de conseguir exactamente lo que pretende evitar.
"Mientras se pueda comprar en una tienda de conveniencia, bazar o peluquería un vaper con forma de Bob Esponja, tendremos un grave problema, y esta ley no pone solución a la falta total de control de acceso de los menores, que desde el sector estamos pidiendo", ha señalado el presidente de la Unión de Empresarios del Vapeo (UPEV), Arturo Ribes. A su juicio, el afan prohibicionista del Gobierno con esta ley comporta dos riesgos claros: que se duplique el número de menores que vapean y que España se convierta en un país en el que se imponga el mercado negro y la venta ilícita de "productos ilegales y de dudosa seguridad".
"La ministra lo sabe porque le hemos transmitido a Sanidad varias propuestas para controlar el mercado del vapeo en España y las ha ignorado todas». Sin embargo, «a nivel político se ha menospreciado todas estas iniciativas y no se ha hecho el más mínimo esfuerzo por incorporarlas", añadió.
Por su parte, Hosteleros de España mostró ayer su incomprensión ante la prohibición de fumar o vapear en las terrazas de establecimientos como bares y restaurantes. Desde la organización advitieron que a medida tendría una eficacia muy limitada, ya que podría desplazar los encuentros con fumadores a espacios cerrados como los domicilios, aumentando la exposición al humo, y fomentar el consumo desordenado en las inmediaciones de las terrazas, donde no hay lugares habilitados para los residuos, con el consiguiente perjuicio para el entorno y los vecinos. Recordaron, además, que actualmente "existe una buena convivencia entre fumadores y no fumadores en las terrazas».
También alertaron del impacto negativo para el turismo y la imagen internacional del país, ya que España se convertiría en una excepción dentro de Europa, donde solo Suecia mantiene una prohibición total similar.
Países como Francia han optado por excluir expresamente las terrazas de sus restricciones para no perjudicar a la hostelería ni al turismo.
Además, "generaría especial confusión entre los millones de turistas que visitan España cada año, en un país donde el sector turístico representa uno de los principales motores económicos", y "supondría una carga añadida para los trabajadores del sector, que se verían obligados a asumir funciones de vigilancia que no les corresponden", han argumentado.
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