COVID-19

Nuevo debate sobre la mascarilla en hospitales

Centros sanitarios han vuelto a imponer su uso en algunos servicios por el crecimiento de casos

Hospital de campaña cerca del Hospital de Fuenlabrada
Una sanitaria protegida con guantes y mascarilla en la entrada de Urgencias del Hospital de FuenlabradaEduardo ParraEuropa Press

Tras varios meses con tasas de infección «muy bajas», la transmisión de la enfermedad por Sars-Cov-2 ha empezado a aumentar en algunos países de la Unión Europea. Es el caso de España. Desde finales de junio, en nuestro país se ha experimentado un aumento sostenido de contagios. De hecho, en Cataluña la situación es, según los epidemiólogos, «preocupante». Según la última actualización del Sistema d’Informació per la Vigilància d’Infeccions a Catalunya (Sivic), 489 personas se encuentran hospitalizadas en plantas convencionales, 36 más que la semana anterior.

Para proteger a los pacientes más vulnerables, algunos hospitales de nuestra geografía han tomado la decisión de generalizar de nuevo el uso de mascarillasy otras medidas preventivas en los servicios en los que se presta atención sanitaria a estos pacientes, como son Oncología, UCI, Urgencias o Reanimación. La obligatoriedad afecta tanto a trabajadores como a pacientes o acompañantes tanto en estas áreas sensibles como en salas de hospitalización donde hubiera ingresados pacientes con Covid-19. La medida la han implantado, por el momento, centros como el Hospital Clínic de Barcelona, el Hospital Doctor Peset de Valencia o el Hospital General de Valencia, acatando las recomendaciones que se han realizado desde sus respectivos servicios de Medicina Preventiva. No obstante, otras comunidades, como Madrid han descartado recuperar la obligatoriedad en los centros sanitarios, según señaló ayer la consejera de Sanidad, Fátima Matute.

Las dudas vienen motivas por el aumento en las detección de linajes de la Covid-19 similares al XBB.1.5 portadores de la mutación F456L, como la variante EG.5, también llamada «Eris». Sin embargo, el linaje que preocupa ahora a los expertos es «Pirola» (BA.2.86), catalogada como sublinaje de «Ómicron» y detectada por primera vez en el mundo el pasado 13 de agosto. Esta nueva cepa fue declarada por la OMS, el pasado jueves 17 de agosto, como «variante en emergencia» porque incluye más mutaciones que sus sucesoras.

Aprovechar las lecciones aprendidas durante la pandemia

Con la vuelta de las mascarillas a los servicios de estos hospitales, se reaviva un viejo debate en el que algunas voces sostienen que estas medidas de prevención ya no son necesarias, mientras que otras proponen aprovechar las lecciones aprendidas durante la pandemia de la Covid-19. Entre ellas, seguir utilizando mascarilla en el entorno sanitario.

Afín a esta última propuesta es Joan Carles March Cerdá, médico y profesor de la Escuela de Andalucía de Salud Pública. En su opinión, «es entendible el hecho de que las mascarillas vuelvan a estar en los hospitales, pues hemos pasado de llevarlas siempre a no llevarlas incluso ante pacientes con complicaciones ligadas, por ejemplo, a trasplantes o a nacimientos prematuros». El experto propone delimitar las zonas en las que es necesario llevar mascarilla y ante los pacientes que es imprescindible. El doctor March subraya: «prevención y seguridad implica llevar mascarillas y mantener la higiene de manos para ayudar a minimizar contagios».

Con este posicionamiento coinciden los autores del comentario publicado recientemente en la revista «Annals of Internal Medicine’» Estos expertos en salud pública de varias destacadas universidades norteamericanas consideran que, «aunque las tasas de casos graves de Covid-19 han disminuido gracias al aumento de la inmunidad de la comunidad y al acceso a contramedidas médicas, siguen produciéndose casos graves atribuibles a esta enfermedad». Así, postulan que la infección por SARS-CoV-2 sigue siendo una amenaza, especialmente, para los pacientes más vulnerables. Y proponen actualizar los enfoques del enmascaramiento en los centros sanitarios para dar prioridad a la seguridad tanto de los pacientes como de los trabajadores sanitarios.

«Muchos pacientes corren un mayor riesgo de mortalidad y morbilidad por Covid-19 y l
os centros tienen la responsabilidad de promover medidas de seguridad generalizadas para limitar la propagación de infecciones adquiridas en el hospital. Además, muchos trabajadores sanitarios siguen acudiendo al trabajo con Covid-19, tanto sintomáticos como asintomáticos», sostienen. Afirman que las mascarillas podrían aplicarse en todos los espacios sanitarios durante todo el año».