Religión

El Papa Francisco, sin problemas de voz para entonar discursos

El pontífice tumba los rumores sobre su salud en primera persona, un día después de no leer una homilía

El Papa pronuncia sin dificultad un discurso ante la comunidad católica nigeriana de Roma
El Papa pronuncia sin dificultad un discurso ante la comunidad católica nigeriana de RomaEuropa Press

El Papa ha visibilizado hoy que no se ha agravado la bronquitis que arrastra desde hace algo más de un mes y que su estado de salud no puede calificarse de «precario», tal y como dejaron caer algunos medios cuando Francisco declinó pronunciar la homilía prevista en el Domingo de Ramos. Sin dificultad alguna, el pontífice argentino se dirigió de viva voz a la comunidad católica nigeriana de Roma, a la que recibió en audiencia en el aula Pablo VI. El Obispo de Roma entonó su discurso como en el día anterior dirigió el rezo del ángelus.

Tal y como exponen testigos presentes en este encuentro con peregrinos africanos, Jorge Mario Bergoglio se expresó «con una voz que no es fuerte, pero tampoco apagada». Es más, tan solo se trabó con unas palabras en toda su alocución en la que además intervino de manera espontánea para animar a los presentes a trabajar «al estilo de Dios».

Fuentes vaticanas ya confirmaron este domingo a LA RAZÓN que Francisco no atraviesa por ninguna crisis de salud significativa, más allá de la frágil salud de hierro que se le presupone a un anciano de 87 años aquejado de dificultades respiratorias. De ahí que, desde el entorno papal, no se comprendieran ni las alarmas disparadas en algunos foros ni las deducciones que se llevaron a cabo en algunos medios de comunicación por su silencio en la homilía. Por otro lado, es cierto el interés generado en torno al Papa, en tanto que fue la primera vez en once años de pontificado que no pronunció este texto.

Como si esta polémica no se hubiera desatado, Francisco habló largo y tendido a los sacerdotes, religiosos y laicos que ayer tenía enfrente para alentarles a que reconocieran «la riqueza en la diversidad» de etnias, tradiciones culturales y lenguas de su país, no como «un problema», sino como «un don que enriquece el tejido de la Iglesia y el de toda la sociedad y nos permite promover los valores del entendimiento mutuo y de la convivencia». En paralelo, advirtió de lo que denominó «aislamiento tribal». «Comunidad sí, tribu no. Es muy importante», apostilló.

De la misma manera, consciente de la inestabilidad sociopolítica que atraviesa Nigeria, Francisco encomendó a la Iglesia convertirse en portadora de la paz en estos «tiempos difíciles». «Os invito a fomentar el diálogo y a escucharnos con el corazón abierto, sin excluir a nadie en el plano político, social y religioso», sentenció.