Religión

El Papa vuelve a casa: «Está más fuerte que antes»

Diez días después de ser operado de una hernia abdominal, Francisco ha salido hoy del hospital y ha retomado su agenda

El Papa Francisco a su salida del Hospital Gemelli de Roma
El Papa Francisco a su salida del Hospital Gemelli de RomaAndrew MedichiniAP Photo

Francisco ya está en casa. Diez días después de ser intervenido de un hernia abdominal, el Papa ha abandonado a primera hora de la mañana el Hospital Agostino Gemelli de Roma para continuar con su recuperación en la residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano.

Tal y como pronosticó el cirujano papal, Sergio Alfieri, este tipo de operaciones suele requerir un ingreso aproximado de una semana, que Jorge Mario Bergoglio ha superado sin sobresaltos significativos. Máxime, teniendo en cuenta que el paciente tiene 86 años y que acumula un historial médico que incluye, sólo en su estancia romana, una operación hace dos años para extirparle unos divertículos del colón, una artrosis en la rodilla derecha y un ingreso el pasado mes de marzo por una pulmonitis aguda. Sin embargo, nada parece haber influido en un postoperatorio de manual que le ha llevado, por ejemplo, a pasar de una dieta hídrica a una dieta blanda sin problema alguno.

Muestra de la mejoría del Papa es la naturalidad con la que se ha mostrado ante los pacientes y fieles con los que se ha topado a la salida del centro médico poco antes de las nueve de la mañana. «Estoy todavía vivo», ha bromeado desde su silla de ruedas. El pontífice aprovechó la ocasión para expresar su «dolor» por los migrantes y refugiados que viajaban en el pesquero hundido el miércoles frente a las costas de Grecia.

El Papa estuvo acompañado en todo momento por su médico, que confirmó que Francisco «está bien, mejor que antes». «Será un Papa más fuerte que antes», remarcó. El propio Alfieri confirmó que el paciente está en condiciones de afrontar los viajes previstos, que tienen como destino Lisboa, a principios de agosto para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, así como Mongolia, a finales de agosto. «Los podrá afrontar mejor porque no tiene el malestar que tenía antes», apuntó el sanitario. En ningún caso se trata de dos citas menores. En Portugal está previsto un programa maratoniano para respaldar al millón de jóvenes que acudirán al multitudinario encuentro y en Mongolia le espera el viaje más largo en avión de su pontificado.

Antes de regresar al Vaticano, como suele ser habitual también en cada uno de sus viajes internacionales, acudió en torno a las diez de la mañana a la Basílica de Santa María La Mayor para rezar ante el icono de la Salus Populi Romani, para dar gracias a la Virgen. Pero su periplo de camino a casa no concluyó allí. También se escapó a ver a las Religiosas del Instituto María Santísima Bambina, reunidas para su capítulo general. Ya en los aledaños de la Ciudad del Vaticnao, en la «Entrada Perugino», se detuvo para agradecer su servicio tanto a la policía y como al personal militar.

De Brasil a Cuba

Desde la Santa Sede también han confirmado que Francisco retomará de forma progresiva su agenda pública. Aunque ya en el hospital ha estado trabajando en cuestiones de despacho, desde el momento en el que se conoció su ingreso en el policlínico se suspendieron todas sus actividades hasta este domingo 18 de junio. Será precisamente ese día cuando inaugure su vuelta con el rezo del ángelus desde el ventanal de los palacios apostólicos.

A partir del lunes está previsto que se reanuden todas las reuniones que tenía pendientes, tanto en el ámbito intraeclesial, como desde el punto de vista institucional. En ese sentido, los primeros mandatarios internacionales que se encuentran en la lista de audiencias son el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Cuba, Miguel Díaz-Canel. El propio Lula ya adelantó por redes sociales que se verá con Francisco el 21 de junio, dentro una gira internacional del mandatario brasileño tras su victoria electoral.

Eso sí, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha concretado que Francisco no presidirá la audiencia general del próximo miércoles 21 de junio en la Plaza de San Pedro. Esta ausencia se justifica en tanto que esta actividad pública sí requiere de un sobreesfuerzo físico del Papa, debido a que, no sólo imparte una catequesis para los miles de peregrinos que acuden a escucharle, sino que incluye además un saludo a las autoridades presentes y la bendición en Papamóvil a los fieles, a lo que se suma las altas temperaturas previstas.