Vacunas

La UE se plantea nuevas compras conjuntas de vacunas para hacer frente al coronavirus

Mantiene un contrato con Pfizer y podría incluir a Moderna

Imagen de un vial de la vacuna de Moderna contra la Covid-19
Imagen de un vial de la vacuna de Moderna contra la Covid-19Jenny KaneAgencia AP

La pandemia no ha terminado, aunque la virulencia no sea la misma. Según han desvelado varios medios internacionales como Financial Times y Politico, varios países europeos están en negociaciones para una compra común de vacunas con Arn mensajero, aunque no esté claro si estas adquisiciones comunes llegarán con la suficiente celeridad para afrontar este invierno. Todavía se desconoce cuál será la lista final de países interesados, pero el objetivo es que, ante el aumento de los casos con nuevas hospitalizaciones y pacientes en unidades de cuidados intensivos, el número de dosis disponibles para inmunizar a la población sea suficiente.

Durante las antiguas compras conjuntas, la Comisión Europea fue llegando a acuerdos bilaterales con cada compañía cuyos detalles sobre los precios y otras condiciones eran secretos. Ahora se abre la posibilidad de que sea un único contrato con diferentes empresas.

Actualmente la única compañía que mantiene un contrato válido con la UE es Pfizer. El Ejecutivo comunitario privilegió este laboratorio cuando comenzó a tener problemas de suministro con AstraZeneca, que incluso amagó con una virulenta batalla en los tribunales. Entonces, decidió confiar en Pfizer para salvar al campaña de vacunación por su fiabilidad en las entregas y por que estos antídotos con ARNm resultan más eficaces para hacer frente a nuevas cepas, debido a su revolucionaria tecnología.

El escándalo de los sms

La Comisión Europea acabó ampliando su contrato con Pfizer hasta las 1.100 millones de dosis, en un movimiento controvertido ya que ha impedido a otros laboratorios poder llegar a acuerdos semejantes. Esto ha dejado en una posición de debilidad a otros laboratorios con vacunas ya aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA)e incluso ha hecho que la validación de otros nuevos haya sido menos imperiosa y se haya retrasado frente al calendario acordado, como ha sido el caso de la española Hipra.

Este contrato con Pfizer fue renegociado para que las entregas pudieran abarcar hasta el año 2027. La polémica no sólo está circunscrita al papel secundario que esto otorga al resto de empresas farmacéuticas sino también a los mensajes de texto intercambiados entre la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen y el CEO de la compañía. El Ejecutivo comunitario se ha negado a divulgar estos mensajes de texto al entender que este tipo de comunicaciones no están incluidas en la normativa sobre transparencia europea ya que no son documentos propiamente dichos. Hasta el New York Times ha decidido llevar a los tribunales a la presidenta de la Comisión Europea por haberse negado a publicar estos mensajes.

Cuando estalló la pandemia, la Comisión Europea se vio obligada a improvisar un sistema de compras conjuntas que daba a los países europeos mayor poder de negociación con los laboratorios y que tenía como objetivo evitar zancadillas. Las lecciones aprendidas hicieron que ahora al club comunitario haya fortalecido sus competencias en salud con la creación de HERA, la autoridad encargada de anticipar las amenazas y la posibles crisis sanitarias y que llevaría la batuta de estas negociaciones.

Moderna podría entrar

El otro laboratorio que ha desarrollado un antídoto con la revolucionaria tecnología del ARN mensajero es Moderna. Según ha desvelado el rotativo británico FT, al menos ocho países están interesados en adquirir dosis con un calendario que se extienda hasta el año 2026.

Según asegura el mismo medio, el precio de la dosis llegaría a los 25 euros, aunque las negociaciones todavía continúan y el laboratorio no ha querido confirmar esta información. Estos datos continúan siendo secretos aunque este precio encajaría con la filtraciones publicadas en el pasado. Aunque en un primer momento tanto Pfizer como Moderna optaron por tarifas más económicas, después subieron los precios cuando demostraron que sus vacunas eran más eficaces para responder a las nuevas cepas que los sueros más convencionales desarrollados por AstraZeneca y Johnson & Johnson.

Aunque Bruselas había firmado un acuerdo con Moderna para proveer de vacunas aptas para la variante Ómicron no fue renovado en el mes de agosto, por lo que cualquier nueva entrega debe ser ahora negociada.

Se espera que la campaña de vacunación europea de cara al invierno comience este mes de octubre. Aunque todavía ningún organismo europeo ha confirmado estos movimientos para hacerse con al vacuna de Moderna y, de esta forma, no depender en exclusiva del contrato ya firmado con Pfizer, la directora de la EMA, Emer Cooke, ha resaltado la necesidad de que los estados europeos dispongan de una cesta variada de vacunas contra el SARS-CoV-2, que abarquen desde la tecnología de ARN mensajero hasta las de proteínas, lo que también abriría la puerta a la desarrollada por Novavax.