La prensa británica estalla y denuncia la situación que viven los turistas británicos en Mallorca: "Están frustrados"

Con la llegada del verano, el sol brilla con más fuerza, los días se alargan y el buen tiempo invita a disfrutar de la naturaleza y la vida al aire libre. Es la temporada perfecta para explorar nuevos destinos, relajarse en playas, descubrir paisajes impresionantes y sumergirse en la rica cultura de diferentes lugares.

El verano es sinónimo de turismo, de aventuras y de experiencias inolvidables que nos permiten desconectar de la rutina y recargar energías. Desde las costas bañadas por el sol hasta las montañas cubiertas de verdes praderas, cada rincón del mundo ofrece su propia magia veraniega, esperando ser descubierta por viajeros ansiosos de vivir momentos únicos.

En este sentido, uno de los destinos estrella para los turistas son las playas de Mallorca. Dada la combinación única de su belleza natural, servicios de alta calidad y una amplia gama de actividades disponibles, así como las aguas cristalinas de color turquesa junto con las arenas finas y doradas, y los impresionantes paisajes costeros, crean un entorno paradisíaco ideal para el relax y el disfrute.

Sin embargo, según ha publicado el diario ABC, una de las playas más populares de Mallorca, Cala Major, está siendo objeto de críticas de un medio muy conocido en Reino Unido, el periódico 'Express'. Al parecer, los turistas británicos que visitan nuestro país están indignados por el alto precio de los servicios premium de las tumbonas.

Según informan, el alquiler sería de 70 euros por persona y día, coste que incluiría una sombrilla y ninguna comodidad adicional, como una consumición gratuita, algo de lo que se quejan los británicos. No obstante, el servicio estándar de dichas tumbonas es de 25 euros al día y por persona, y los turistas señalan que apenas hay diferencias entre el nuevo servicio premium y el estándar.

Los turistas no son los únicos enfadados

Al parecer, según el medio que se ha hecho eco de la noticia del 'Express', los turistas británicos no serían las únicas personas que estarían molestas con la situación, sino que los vecinos de la zona también lo estarían, aunque no por el precio. En este caso, los habitantes estarían indignados porque el nuevo espacio que ocupan estas tumbonas es mucho mayor y, por tanto, dejan menos espacio para que los residentes coloquen sus sillas o toallas.

Según ABC, el tabloide británico señala que "los residentes están frustrados porque sienten que la expansión de las áreas de tumbonas invaden el servicio libre de la playa que normalmente disfrutan". Mientras tanto, el medio español señala que el Ayuntamiento de Palma de Mallorca ha negado que se hayan aumentado el número de tumbonas en la playa mallorquina.