Mantenimiento
¿A qué presión deberías llevar tus neumáticos?
Hay varios motivos por los que una rueda en perfectas condiciones podría perder aire. De hecho, es inevitable que acaben perdiendo parte de la presión
La revisión de la presión de las ruedas es una de las rutinas esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro vehículo. Cuando la presión de los neumáticos es baja, la superficie del neumático en contacto con el suelo será superior, por lo que la dirección será más dura, el vehículo sea más difícil controlar y el consumo del coche será mucho mayor.
Además, cuando la rueda se encuentre con cualquier obstáculo en el camino, como un bordillo o un clavo, estará mucho más indefenso frente a ellos. Es decir, que un neumático con la presión baja es mucho más vulnerable ante los pinchazos, las abolladuras, las rozaduras… y el desgaste en general. Todo lo anterior, sumado a loselevadísimos precios que tendríamos que pagarpor un nuevo juego de neumáticos… hace que sea de vital importancia revisar de vez en cuando la presión de las ruedas.
¿Por qué pierde aire si no hay ningún pinchazo?
Hay varios motivos por los que una rueda en perfectas condiciones podría perder aire. La primera y más importante es que, a pesar de que las ruedas son elementos cerrados, no son totalmente herméticas. El material y el método con el que se fabrican los neumáticos provoca que exista cierto grado de porosidad, lo que irremediablemente permitirá el paso del aire.
Evidentemente, las cantidades de aire que pierde una rueda en perfecto estado son ínfimas, sobre todo cuando son nuevas. Pero cuando llevamos un tiempo usándolas... es inevitable que se acabe perdiendo parte de la presión. Este fenómeno se exagera -además- cuando existen cambios bruscos de temperatura, que hacen que aumente la porosidad del neumático y que -por lo tanto- se pierda más aire.
Otra causa que podría explicar que nuestros neumáticos estén perdiendo más aire de lo normal es que la rueda no esté en tan buenas condiciones como nos habíamos imaginado. Uno de los fallos más frecuentes es que exista una imperfección en la válvula de hinchado… y que de la misma forma que se suele perder un poco de aire al enganchar o al soltar la manguera del compresor, también puede suceder que una pequeña deformidad permita que una pequeña cantidad de aire salga cuando el coche está en movimiento (cuando la rueda está sometida a una presión superior).
También puede suceder que la carretera por la que circulamos a diario tenga muchos baches. Y eso puede provocar que surjan varias deformaciones, bultos y daños internos que a la larga acabarán por debilitar la integridad del neumático, dando lugar a pequeñas fugas de aire. Como habrás podido observar, no hay mucho que podamos hacer para controlar todas estas variables. Así que, lo mejor es estar atento y revisar la presión con cierta regularidad.
¿Cuál es la presión recomendada?
Cada modelo de automóvil y de neumático tiene una presión adecuada diferente. Para saber cuál es, consulte la recomendación del fabricante, que podrás encontrar en el marco de la puerta del coche, en la guantera o en el depósito del combustible. También aparecerá la información sobre las presiones en el manual de uso del vehículo.
La presión recomendada por los fabricantes suele moverse entre los 2 y 2.7 bares, en función de la carga del vehículo y de la velocidad a la que vaya a circular. A veces la etiqueta dará recomendaciones diferentes para las ruedas delanteras y para las ruedas traseras, así como para las de repuesto. Además de varios supuestos para que elija la configuración que más le convenga.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda que revisemos la presión de los neumáticos al menos una vez al mes y siempre que vayamos a emprender un viaje largo. Y en cuanto al momento ideal para hacer la medición, lo más recomendable es hacerlo a primera hora de la mañana o al menos tres horas después de conducir, porque los neumáticos deben estar fríos para una correcta lectura.
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