El Tiempo
Las rubias nórdicas marcan la humedad: Así toma los datos el Observatorio Centenario de Daroca
Más de un siglo de mediciones meteorológicas recoge la Estación de Daroca, en Zaragoza. Yolanda Jiménez nos revela los secretos y los instrumentos más curiosos
Buscar “el tiempo” antes de salir de casa es una de las cosas más comunes. Todos recordamos aquel día especial pasado por agua o aquellos rayos de sol que lo iluminaron. Pero, ¿dónde se recogen los datos meteorológicos?
Cuatro mil metros de trazado amurallado rodean la ciudad de Daroca. Es ahí, junto al Colegio de Escolapios, donde se encuentra el Observatorio Meteorológico de Daroca, uno de los cuatro observatorios de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMet) de España reconocido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como Estación Centenaria.
Desde 1909 la Estación ha obtenido mediciones de calidad, fiables y válidas, convirtiéndose en un referente a la hora de estudiar el comportamiento de la atmosfera en el último siglo.
Se puede decir que, en Daroca, llevan más de un siglo mirando al cielo. Durante 115 años se han tomado datos todos los días, con un protocolo establecido de horarios e instrumentos homologados y calibrados. Únicamente existe una laguna de cuatro meses en el 1937 debido a la Guerra Civil.
“Aquí no nos equivocamos con las predicciones porque hablamos de tiempo presente y pasado”, comenta Yolanda Jiménez, la encargada del Observatorio desde hace más de 30 años. Su trabajo como observadora meteorológica es ser una “notaria del tiempo”, tiene la función de anotar todos los meteoros que observa desde la superficie de la Tierra hasta la troposfera, a 10 kilómetros. Fenómenos como el arcoíris, las nubes, los truenos y relámpagos, la escarcha y el rocío… En la actualidad, la estación automática manda datos de casi todas las variables cada diez minutos, por lo que Yolanda realiza medidas de contraste diarias con aparatos manuales y con aparatos registradores, como se hacía antiguamente, para asegurarse del correcto funcionamiento.
Todos los datos de España se recopilan, realizándose las predicciones en otras organizaciones: “AEMet realiza predicciones fiables de hasta 7 días, cuando son más largas se tratan de probabilidades”, explica.
Los secretos e instrumentos de un observatorio
En el Torreón se encuentran los archivos de más de un siglo, por lo que, si quieres conocer alguna fecha especial, la Estación de Daroca tiene la respuesta. Asimismo, está el aparato que recoge los datos, el dataloger, y la antena, que manda toda la información de los datos que ha tomado la estación.
En la muralla de Daroca se encuentran todos los aparatos de intemperie que miden la temperatura mediante diferentes termómetros y sensores, la cantidad de lluvia por el pluviómetro, o la insolación con el heliógrafo, así como otros muchos instrumentos.
Yolanda no ha dudado en compartir los secretos de la meteorología más curiosos como el sensor de la humedad, donde parte del aparato tiene cabellos rubios, “de rubia nórdica”. Cuanta más humedad absorbe el pelo, más se dilatan, marcando así, mediante un juego de palancas, la humedad.
Los datos más curiosos
El cambio climático es un problema que preocupa a gran parte de la población. La observadora Yolanda no se considera experta en el tema, pero realiza una reflexión sobre las variables de temperatura durante estos 115 años.
En los últimos 25 años han tenido lugar los diez años más cálidos, siendo el 2022 el más caluroso, seguido del 2023. En 2010 se hizo un estudio de las temperaturas en Daroca, y únicamente se habían superado los 40º en una ocasión, a partir de ese año se han superado en ocho ocasiones, por lo que las temperaturas han ascendido.
Sin embargo, la temperatura más baja registrada en el Observatorio fue en 1918 con -24,2º y, posteriormente, en 1963 con 22 grados bajo cero. Recientemente, en 2021, tras la borrasca de Filomena, se alcanzaron los -18,5º, que hacía cincuenta años que no alcanzábamos una temperatura tan baja.
Las mediciones hace un siglo: la historia del Observatorio
A principios del siglo XX se empezaron a crear una red de observatorios. En 1909 en la zona de Aragón hubo un escolapio que fundó el Observatorio de Daroca y durante muchos años fueron los padres escolapios los que se encargaron de la observación.
Carmelo Saldaña, uno de los estudiantes, aprendió a tomar mediciones, y durante cincuenta años ha tomado los datos día tras día sin excepción, haciéndose así un profesional de la meteorología. “Le debemos realmente la serie climatológica de Daroca”, comenta agradecida Yolanda, quien se puso al mando del Observatorio, mediante las oposiciones de observador meteorológica.
Antiguamente no era tan sencillo, durante el último siglo las formas de tomar datos han evolucionado. Antiguamente todas las mediciones eran manuales. Carmelo Saldaña se trasladaba todos los días al observatorio a contemplar y realizar las mediciones y cifrarlas para posteriormente enviarlas a través del telégrafo. Por lo que Saldaña, que tenía la llave de la casa del telegrafista, en determinadas horas entraba en su casa y le pasaba la información por debajo de la puerta de su habitación, para que este enviase los datos desde el manipulador que tenía en su mesilla.
Esos datos se utilizaban sobre todo con fines climatológicos, pero tardaban tiempo en llegar a Madrid, y hasta que eso ocurría no se podía hacer ninguna predicción.
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