Sanidad se lava las manos sobre las listas de espera

El ministro de Sanidad, José Miñones, lleva poco tiempo en el cargo pero ya proporciona buenos titulares. Ayer, en el Congreso, afirmó que el Gobierno no tiene competencias para gestionar las listas de espera quirúrgicas de las comunidades autónomas, y defendió que su labor, por tanto, «está más que cumplida». Algún presente se preguntaría, ¿y para qué sirve el Ministerio?

Así se pronunció Miñones en la Sesión Plenaria del Congreso tras una pregunta de la diputada del Partido Popular y presidenta de la Comisión de Sanidad y Consumo de la Cámara Baja, Rosa Romero. En su intervención, recogida por Ep, Miñones esgrimió que el Ministerio de Sanidad «no tiene y, por tanto, tampoco puede ejercer competencia directa en lo referente a la prestación de la atención sanitaria en el ámbito de las comunidades autónomas. La competencia que tiene este Ministerio se limita a agregar y a publicar los datos relativos a las listas de espera que nos presentan y que nos trasladan directamente las comunidades autónomas. Esto no es algo nuevo, se viene haciendo desde el año 2003», argumentó. En cualquier caso, puntualizó que el Ministerio de Sanidad «está dispuesto a profundizar más allá», y que «ha tomado, toma y tomará cuantas medidas sean oportunas para mejorar la atención sanitaria. Para mejorar eso sí la asistencia y, como siempre, en colaboración con las comunidades», sostuvo. Y reivindicó, al igual que ya hizo este martes en el Senado, que «las mejores listas de espera» son «las que gestiona precisamente el Gobierno en Ceuta y Melilla».

La presidenta de la Comisión de Sanidad espetó a Miñones que las listas de espera son «un problema de Estado» y una «urgencia nacional», por lo que pidió al ministro que «no diluya su responsabilidad escondiéndose de nuevo en las comunidades autónomas».

Para la diputada popular, las listas de espera son «uno de los mayores fracasos de la nefasta gestión de este Gobierno. Después de tantos anuncios, de tantos incumplimientos y de pasarse la pelota de ministro a ministro, hasta el quinto, usted, ahora la pelota está en su tejado. Pero sólo le quedan unos meses».