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Brote en África

Sanidad propone aislar en hospitales los posibles casos del virus de Marburgo

Un nuevo protocolo insta a tratar a los infectados en unidades de alto nivel y a incinerar los cadáveres si la enfermedad llega a España: su letalidad es del 50%

Científicos buscan el virus de Marburgo en un murciélago CHRISTOPHER BLACK AFP

El brote de virus de Marburgo que azota estos días Guinea Ecuatorial ha disparado las alarmas de las autoridades sanitarias mundiales y españolas. La peligrosidad de este patógeno y la precaución ante la posibilidad de que se produzca finalmente su salto a Europa han llevado a los expertos en Salud Pública españoles, tanto del Ministerio de Sanidad como de las comunidades, a actualizar el protocolo de actuación para la detección precoz y el manejo de casos. Lo hicieron el pasado lunes durante la reunión de la Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta, adscrita al Consejo Interterritorial, un órgano muy activo en la elaboración de pautas para la contención de la pandemia de Covid-19.

El documento, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, recuerda que el Marburgo es un virus del género Marburgvirus, miembro de la familia de los filovirus, junto con el género Ébola virus y el Cueva virus. Se trata de un agente altamente letal para el ser humano, que puede sobrevivir en material líquido o seco durante muchos días, y que solo se inactiva por radiación gamma, calentamiento a 60 grados durante un tiempo que oscila entre los 60 y los 75 minutos o mediante ebullición durante cinco minutos.

La enfermedad provocada por este patógeno es hemorrágica y febril, comenzando los síntomas de forma brusca con fiebre, dolor muscular, debilidad, dolor de cabeza y odinofagia. «En el 50-80% de los pacientes se produce un debilitamiento rápido, acompañado por síntomas gastrointestinales, molestias abdominales, náuseas intensas, vómitos y diarrea en un plazo de 2 a 5 días».

La intensidad de esta enfermedad se incrementa a los 5-7 días con erupción maculopapular y síntomas hemorrágicos como petequias, sangrado de mucosas y gastrointestinales. Su mortalidad varía según factores. En brotes producidos en la República Democrática del Congo ha demostrado una letalidad del 83%, y de un 88% en Angola, aunque la letalidad demostrada en el brote inicial de 1967 en Europa fue del 24%. Los especialistas españoles sitúan la letalidad media en torno al 50%.Mucho más alta que la mostrada por la covid-19 en los momentos iniciales de esta enfermedad, cuando no había medidas de prevención ni vacunas.

El protocolo actualizado propone extremar al máximo las precauciones ante la irrupción de posibles contagios, aludiendo a precauciones estándar, de contacto y de transmisión por gotas. «Para garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios y del resto de pacientes hospitalizados es recomendable que los pacientes con la enfermedad del Virus de Marburgo confirmados permanezcan ingresados en unidades de aislamiento de alto nivel».

Estas unidades están esparcidas en varios hospitales de algunas autonomías e «irrumpieron» ante la llegada del Ébola a España. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid hay una en el Hospital La Paz-Carlos III y otra en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. Cuentan con habitaciones y equipamiento de alta seguridad para prevenir posibles infecciones.

Las autoridades sanitarias estipulan que cuando sea requerido el transporte de un enfermo se realice en una ambulancia especialmente preparada, con la cabina del conductor físicamente separada del área de transporte del enfermo. Una vez finalizado dicho transporte, se procederá a la desinfección del vehículo y a la gestión de los residuos producidos. Los infectados deberán ingresar en habitación individual (con baño propio) con puerta cerrada con acceso restringido a personal esencial para su atención y cuidado y estar localizada en una zona poco transitada.

El documento insiste en que los casos confirmados sean tratados en alguno de los hospitales que dispongan de unidades de aislamiento de alto nivel. «Los equipos, instrumental, vajilla, etc., utilizados para el paciente, siempre que sea posible, se desecharán. Si no posible desecharlos se limpiarán y desinfectarán adecuadamente inmediatamente después de su uso». Además, insta a utilizar instrumental médico de bioseguridad de uso exclusivo y si es reutilizable aplicar las técnicas de esterilización adecuadas.

Hemorragia activa

«La ropa de vestir y de cama del enfermo no debe estar manipulada ni aireada para evitar la emisión de aerosoles en la habitación». Los expertos proponen además el uso de mascarillas de nivel FFP2 o FFP3 cuando se realicen procedimientos que generen aerosoles, o cuando el manejo o la situación clínica del paciente lo requiera. Por ejemplo, en caso de vómitos, hemorragia activa o diarrea incontrolada.

El documento también plantea extremar el control de los contactos de los contagiados por este virus. De entrada, no aconseja la cuarentena, pero sí limitar las relaciones sociales y estar localizables. «Se realizará una vigilancia activa y se tomará y anotará la temperatura dos veces al día (mañana y final de la tarde) durante los 21 días posteriores a la última exposición con el caso. La persona/institución responsable de su seguimiento contactará con ella al menos una vez al día para registrar la temperatura e investigar la presencia de cualquier síntoma relacionado con la enfermedad».

En este punto, el texto añade que si durante el seguimiento el contacto presenta fiebre o un cuadro compatible con la enfermedad se recomienda que realice aislamiento y contacte con los servicios sanitarios. Con respecto al manejo de los posibles enfermos que fallecieran, el protocolo resalta que no se debe realizar autopsia, «dada la elevada carga viral de los fluidos corporales».

«El contacto con los cadáveres de personas fallecidas o en estudio por una enfermedad por virus Marburgo debe limitase a personal formado y entrenado. No se deben realizar procedimientos de preparación del cuerpo del difunto. Finalmente, deberá ser incinerado», apunta, recordando el procedimiento de manejo de cadáveres de casos sospechosos de enfermedad por otro virus muy letal: el del Ébola.

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