Temperaturas récord

Un tercio de la población de EE UU, en alerta por el calor extremo

El sureste y zonas del oeste del país son las más afectadas por las altas temperaturas

Estados Unidos ha iniciado una nueva semana con récord de altas temperaturas. Más de 100 millones de personas (aproximadamente un tercio de los estadounidenses) estuvieron bajo advertencia de calor extremo el fin de semana. La situación es sofocante de costa a costa, siendo el suroeste y zonas del oeste del país las más afectadas. Las autoridades advierten de que las condiciones pueden ser particularmente graves en Arizona, California y Nevada.

Los ciudadanos han sido advertidos por el Servicio Meteorológico Nacional de «tomar en serio el calor y evitar pasar tiempo al aire libre», ya que se considera «potencialmente mortal para cualquier persona sin refrigeración efectiva y/o hidratación adecuada». Esto, en una época de verano en la que las actividades al aire libre son precisamente el plan por excelencia. En algunas ciudades, ante la imposibilidad de mantener a todos en casa, los centros de refrigeración extendieron sus horarios y las salas de emergencia se prepararon para atender a más personas con enfermedades relacionadas con el calor.

En Phoenix, Arizona, el domingo la temperatura alcanzó una máxima de 118F (unos 47,7ºC), convirtiéndose en el decimoséptimo día consecutivo de la ciudad con una temperatura de 110F (43,3ºC) o más. El récord son 18 días, en 1974, que es probable que la ciudad supere en la jornada de hoy.

Los residentes han comentado a medios locales que podrían «asar toda una carne de res con solo ponerla afuera frente al sol». Y aunque las ocurrencias pueden sonar a broma, la realidad es que solo en el área de Phoenix han muerto 12 personas por el calor, y actualmente se están investigando otras 55 muertes.

En Las Vegas, los casinos se han convertido más en un refugio para buscar enfriamiento que en un lugar de ocio, así como las bibliotecas con aire acondicionado y hasta los vestíbulos de las comisarías de policía. En la «ciudad del pecado» el calor amenaza con romper el récord histórico de 117F (47,2ºC). Lo mismo sucede en otros estados como Texas y California, donde el termómetro también alcanzó los 116F (46ºC).

Precisamente en California, las condiciones calurosas y secas han desencadenado una serie de incendios en el sur del estado. En Los Ángeles, durante el fin de semana los bomberos estuvieron luchando contra tres incendios forestales en medio del calor sofocante y la baja humedad en áreas escasamente pobladas y montañosas. Los incendios se encontraban a menos de 40 millas (65 km) de distancia entre sí en el condado de Riverside, donde las temperaturas en algunas áreas superaron los tres dígitos.

En la costa este la situación tampoco es mejor. Ciudades como Nueva York o Washington también enfrentan el mismo problema. En Miami incluso se espera que durante esta semana se haga pública una ordenanza de estándares de calor para el condado que exigiría descansos para tomar agua, sombra y descanso para los trabajadores al aire libre.

El Grupo de Trabajo Interagencial (IWG) de la Casa Blanca sobre Calor Extremo, junto con el NIHHIS, desarrollan una Estrategia Nacional de Calor centrada en la equidad y la justicia ambiental. Buscan apoyar a las poblaciones vulnerables y discutir cómo el gobierno federal puede brindar apoyo a los socios estatales, locales y tribales para equipar mejor a las comunidades en la gestión.

Algunos legisladores afirman que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) debería proporcionar asistencia financiera a los estados que sufren olas de calor extremo de manera similar a como sucede frente a huracanes, tornados o inundaciones.

Y mientras partes de EE UU enfrentaban un calor extremo, el noreste del país fue golpeado por inundaciones, en un cóctel perfecto de tragedias climáticas.