El camión con 400 kilos de explosivos, remojado y aislado de las llamas

La fuerte explosión registrada en una pirotecnia en el barrio zaragozano de Garrapinillos y que ha provocado la muerte de cinco personas y el ingreso en estado grave de tres, sigue siendo el foco de atención de las fuerzas de salvamento que estudian cómo abordar la entrada en la "Zona Cero". Bomberos, trabajadores de la pirotecnia y artificieros del TEDAX abordan la manera de intentar entrar y evitar que un camión cargado con 400 kilos de explosivos se vea afectado por el fuego. Precisamente por esta circunstancia, se vieron obligados a ampliar la zona acordonada de seguridad tras la evacuación de los fallecidos y heridos.

El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, ha explicado a los medios de comunicación que se encuentran en la zona del accidente que durante el traslado de esta persona en una ambulancia se le han hecho dos reanimaciones, pero al llegar al centro hospitalario ha fallecido. En el lugar del siniestro, se encuentran dos camiones nodriza del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza que están abasteciendo de agua a cinco autobombas. Asimismo, hay desplazadas dos ambulancias y dos unidades de mando.

En total, se encuentran trabajando unos 20 efectivos entre bomberos y médicos. También están desplazadas doce patrullas de la Policía Local de Zaragoza, que han acordonado la zona y que facilitan el tránsito de vehículos sanitarios y de bomberos. También se cuenta con el apoyo de la Policía Local de los municipios zaragozanos de Utebo y Pinseque.

El humo provocado por la explosión todavía es visible en el lugar donde se encuentran los medios de comunicación que se han desplazado hasta allí, en una zona que está acordonada y a 750 metros de la fábrica. En estos momentos, ya no se ven llamas y sí como una manguera de los bomberos está ininterrumpidamente refrescando la zona.

Poco antes de las 17:00 horas, los bomberos comenzaron desde la distancia a sofocar los pequeños focos aún encedidos. Además, procedieron a acercarse al camión cargado de explosivos, lo remojaron para evitar que se incendiara y controlaron las llamas que lo acechaban, dejando la situación controlada. Sin embargo, debido a la peligrosidad de los materiales, la previsión es que los bomberos continúen refrescando la zona durante toda la noche para evitar que alguno de los focos se reproduzca.