Un día con Alexa

Exactamente cuatro años atrás, Amazon presentaba a su asistente de voz, Alexa. Ahora, por fin llega en español, y hemos convivido con «ella».

Llevamos más de diez días desde la presentación de la nueva familia de Amazon Echo en España, compuesta por cinco miembros que, después de cuatro años de espera, ya hablan en español. Sus nombres son Echo, Echo Plus, Echo Spot, Echo Dot y un subwoofer.

Aprovechando que quien escribe lleva cinco años con el carnet de familia numerosa, los hemos probado todos durante una semana. Éste es el veredicto resumido en apenas un día: Echo Dot, el miembro más pequeño de los Echo, tiene el tamaño de un donut. Buena calidad de sonido, fácil de ubicar en cualquier lugar y rápido en la instalación. Echo Spot es apenas más grande que su hermano menor. Se diferencia por tener una pantalla y una pequeña cámara. Es el más sencillo de usar y el más lucido (aunque no el más lúcido). Echo y Echo Plus son como mellizos, en los que uno es más grande que el otro pero el parecido filial es inequívoco. El mayor incorpora el estándar ZigBee, que permite controlar la domótica del hogar.

16:00

La llegada a casa

A esta hora le damos la bienvenida a Alexa. Para ello es necesario tener una cuenta en Amazon, algo muy sencillo, ya que ni siquiera hay que comprar algo. Lo más molesto quizás es recordar la clave. Después hay que descargarse la aplicación Alexa y configurar los dispositivos. La mayoría de ellos son muy sencillos, basta conectarlos a la red wifi del hogar. En este caso, el más sencillo fue el Echo Spot y los más complicados, el Plus y el Sub. El primero, probablemente por llevar la tecnología necesaria para controlar otros dispositivos inteligentes del hogar (luces, termostatos, TV, cámaras, etc.) y el subwoofer porque precisa estar en sintonía con los altavoces.

18:00

Las primeras pruebas

Confieso que al principio casi me compadezco de Alexa: cinco voces muy diferentes pidiéndole que ponga una radio, preguntándole por el clima en Asturias, reclamando un chiste, la lista de canciones para cocinar o crear la lista de la compra. Llevó su tiempo, pero nos fuimos ordenando y cada uno respetó su turno. La ventaja es que Alexa puede recibir órdenes desde diferentes dispositivos Echo y llevar a cabo tareas de forma independiente.

20:00

¿Cuál es tu skill?

Más allá de las interacciones obvias, la potencia de Alexa reside en sus «skills» o, en español, habilidades. Básicamente éstas son como aplicaciones concebidas para Alexa y adaptadas para ser controladas por la voz. En la aplicación de Alexa del móvil, es posible descargarse un amplio abanico de opciones que van desde el entretenimiento a la salud, pasando por educación o deporte. La menor de la casa (de cinco años) espera la hora de cenar con una herramienta llamada «Adivina el número». Alexa «piensa» un número del uno al 100 y debemos adivinar cuál es mediante pistas: mucho más bajo, muchísimo más alto, etc. Es una herramienta de aprendizaje matemático muy útil para los más pequeños. El problema es que la tecnología de voz de los Echo es muy sensible y capta casi todo. Una vez comenzado el juego, si hay otras voces en la sala, éste se desquicia un poco.

Aquí nos damos cuenta de dos cosas. La primera es que se trata de un producto muy reciente y muchos se han apurado a lanzar opciones a granel, con tal de estar presentes en la lista de «skills», sin pensar en un uso lógico. Esto hace que haya algunas tan raras como sonidos ambientales de lavadoras, ruido marrón o ruido rosa. Y la segunda es la necesidad de contar con un reconocimiento de voz. Pedro García Franco, responsable de producto de Amazon en España, afirma que «a fin de año esperamos que Alexa ya tenga reconocimiento de voz». Esto es algo importante, permite que cada miembro de la familia tenga su propio perfil y acceso a un contenido adecuado: la más pequeña de la casa podrá escuchar «su» radio («Mon el Dragón») y el sistema sabrá que es un menor quien lo solicita. También evitará dar una autorización de compra si la voz es de un menor o poner contenido en la smart TV que no sea adecuado. Gracias a ello, «Adivina el número» reconocerá la voz de quien está jugando y solo le prestará atención a ella.

22:00

La llamada del deber

La pequeña dormida y los adolescentes en su habitación. Desde el Echo de la cocina le pido a Alexa que llame al de la habitación de mi hija mayor: se ha olvidado de poner el lavavajillas y en lugar de gritar de punta a punta de la casa, uso los Echo como intercomunicador.

23:30

Asuntos graves

Todos los altavoces vienen con un conector para cascos y los dos adolescentes enseguida agradecieron esto: podían cargar su móvil y seguir escuchando su música (la App de Amazon Music conecta las canciones que tengamos guardadas en el móvil con una carpeta y así tenemos todo en un mismo sitio). Y los adultos, también agradecidos. Excepto cuando el mayor conecta el subwoofer, desconociendo su potencia y toda su habitación tiembla mientras él aterriza en la decimonovena partida de Fortnite. ¡Alexa apaga todo! Y en un instante el ruido cesa. Ojalá los adolescentes hicieran caso tan rápido.

00:00

Alarmas

Cada miembro de la familia programa una alarma a una hora diferente y con unas instrucciones distintas: las noticias del día en cuatro minutos (la pantalla del Echo Spot permite ver el resumen), mi lista de música de fiesta o radio «Mon el Dragón» para la más pequeña.

03:00

La noche más oscura

Todos conocemos la confabulación que hay entre los arquitectos y los decoradores: los primeros ponen los interruptores más necesarios cerca de donde están los muebles más pesados y así, por la noche, es fácil darse un golpe a oscuras. Pero Alexa también está en el salón: Alexa, enciende el enchufe y la lámpara del salón se ilumina, y evitamos el golpe y los insultos a decoradores y arquitectos.

07:30

Un ojo que todo lo ve

Para variar, el mayor se quedó dormido y ahora está apurado porque lo pasan a buscar en dos minutos. Suena el timbre y el Echo Spot, conectado a la Ring Video Doorbell, una cámara en la mirilla de la puerta de entrada, permite ver quién toca el timbre y hablarle.

09:00

El nido vacío

No hay que estar en casa para dejar órdenes. Basta tener la misma cuenta de Amazon para que todos los equipos registrados estén coordinados. Eso permite que desde diferentes Echo se agregue información a una lista de tareas que todos pueden escuchar.