Docentes desanimados

Uno de cada tres profesores se ha sentido maltratado

Un estudio sobre el estado de ánimo de los docentes revela que el 25% confiesa que se percibe a sí mismo con síntomas depresivos y el 13% presenta intención de conductas autolesivas

Imagen de una clase en un colegio de Madrid
Imagen de una clase en un colegio de MadridEuropa Press

El I Estudio Nacional sobre el Estado de Ánimo de los Docentes en España, una iniciativa del diario digital "Éxito educativo", la asociación de padres y madres "Educar es Todo" y la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, aporta datos preocupantes sobre la situación de los docentes españoles que demuestran que la salud mental de los profesores es ampliamente mejorable. Este estudio, en el que han participado más de 3.800 docentes de toda España y todas las etapas educativas no universitarias, arroja luz sobre la autopercepción de los docentes en relación con los factores que influyen en su labor docente y su estado de ánimo, proporcionando una visión profunda de la realidad educativa en nuestro país.

El estudio revela cifras alarmantes sobre el estado anímico de los docentes en España, ya que un 38,4% de los docentes se auto-percibe en un estado emocional que podría asociarse con una depresión moderada o severa. En este contexto, destaca que el 39,9% de los docentes con menos de 15 años de experiencia muestran conductas que se pueden asociar con síntomas de depresión moderada o moderada severa.

Dentro del apartado de las conductas auto-líticas, más de un 13% de los docentes confiesa que presenta ideación y/o intención de conductas autolesivas, sobre todo en la franja de entre 41 y 50 años y mayormente entre las mujeres. Este inquietante estado de ánimo tiene un impacto en su labor docente, como así lo afirman el 80% de los docentes, quienes creen que tiene una influencia considerable en su labor profesional, lo que resalta la estrecha relación entre el bienestar emocional de los profesionales de la educación y su desempeño en el aula.

Papel de las familias, redes sociales y medios

En relación con los factores que los profesores creen que influyen a los estudiantes, son las redes sociales, con un 95%, las que más lo hacen, seguidas de las familias, con un 90%, y de los medios de comunicación, con un 75%. Sin embargo, es preocupante que solo1 de cada 10 docentes crea que las familias poseen una capacidad de influencia educativa considerable.

Vocación y dirección

El 80% de los docentes accedieron a la profesión por vocación, lo que refleja la pasión y el compromiso que muchos tienen con la enseñanza. Además, y a pesar de la falta de bienestar emocional, la mitad de los docentes estarían dispuestos a recomendar la profesión a otras personas; una disciplina laboral en la que, por cierto, solo el 30% siente que la dirección de su centro se preocupa adecuadamente por su nivel de motivación. Y es que la calidad del equipo directivo incide directamente en la motivación, como asegura el 90% de los docentes, que cree que la calidad del equipo directivo influye en este ámbito.

Principales obstáculos

Entre los desafíos para ejercer su profesión, más del 50% de los encuestados asegura que los principales son de carácter burocrático y legislativo, lo que resalta la necesidad de simplificar los procedimientos administrativos en el contexto educativo. También perturbador es el dato de que un 60% de los docentes siente que su labor profesional no es valorada por la sociedad y carece de reconocimiento social y más del 80% estaría dispuesto a cambiar de centro de trabajo, lo que refleja un alto nivel de insatisfacción.

Posibles soluciones

Cabe reseñar la importancia de la formación continua en el ánimo docente, ya que más del 75% de los profesores consideran que es un elemento muy motivador en su labor, al tiempo que cerca del 30% no se sienten suficientemente formados. Además, el 90% de los profesores considera que simplificar los procesos burocráticos es esencial para mantener su motivación. Este estudio proporciona una valiosa perspectiva sobre la realidad de los docentes en España, identificando desafíos críticos que deben abordarse para mejorar las condiciones laborales y, en última instancia, la calidad de la educación en nuestro país.