Actos criminales
La Audiencia Nacional aprueba la extradición de un joven condenado por doble homicidio en Brasil
Las autoridades brasileñas le atribuyen vinculación con el narcotráfico y le impusieron una pena de 34 años de prisión por el homicidio de dos chicas
La AN de España ha dado luz verde a la extradición de un joven de 24 años, Italo Augusto Andrade Silva, a Brasil. Este individuo fue condenado en el país sudamericano por el asesinato de dos mujeres jóvenes en enero de 2020. El joven brasileño cometió el doble asesinato al sospechar que estaban proporcionando información a un grupo rival de narcotraficantes.
La decisión fue tomada por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal y está sujeta a una condición importante: Andrade solo será extraditado si las autoridades brasileñas aseguran que, si lo solicita, se le someterá a un nuevo juicio en su presencia y con asesoramiento legal. Esto se debe a que la condena de 34 años fue dictada en su ausencia. Andrade fue arrestado en España el 13 de mayo y, durante la audiencia de extradición, solicitó no ser entregado a Brasil debido a sus temores por su seguridad y cuestionó la equidad del proceso judicial que culminó en su condena in absentia.
El trágico incidente tuvo lugar el 31 de enero de 2020 en Córrego Ipanemao, donde Andrade, junto con otros tres individuos relacionados con el narcotráfico, decidió acabar con la vida de las dos víctimas. Las mujeres, con las que Andrade y otro acusado mantenían relaciones sexuales habitualmente, fueron llevadas bajo engaños a un motel. Sin embargo, en lugar de eso, fueron conducidas a un bosque durante la noche, descalzas y obligadas a cruzar un arroyo hasta llegar a un camino cercano, donde fueron brutalmente ejecutadas a tiros. Posteriormente, huyeron del lugar.
La sentencia brasileña califica a los acusados como "personas extremadamente peligrosas debido a su participación en el narcotráfico". El fallo concluyó que el delito fue motivado por razones viles y se llevó a cabo con crueldad, evidenciado por la multiplicidad de disparos y el terror infligido a las víctimas mientras las llevaban al bosque en plena noche. Los acusados las ejecutaron a quemarropa en la cara y la espalda después de posicionarlas para su eliminación, un modus operandi que revela una espeluznante ejecución sumaria.
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