Ordenador

Es considerado el ordenador más bestial del mundo y lo acaba de demostrar de una forma asombrosa

El Capitán rompe los límites de la simulación y abre un futuro donde los cohetes se diseñan desde un ordenador

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Economía.- Qualcomm adquiere Arduino y anuncia un ordenador para soluciones de visión y sonido impulsadas por IAEuropa Press

Cuando se habla de superordenadores, la imaginación suele llevarnos a pensar en máquinas frías, llenas de cables y luces parpadeantes.

Pero detrás de esa apariencia metálica y sin sentimientos se esconden auténticos monstruos de cálculo capaces de cambiar por completo la forma en la que entendemos el mundo.

La última muestra de poder de El Capitán

La última muestra de esto es El Capitán, la joya del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore que acaba de demostrarlo con una hazaña que parece sacada de la ciencia ficción: la mayor simulación de dinámica de fluidos jamás realizada.

Para ello decidieron reproducir con detalle el escape de cohetes, un fenómeno que no solo impresiona por su potencia visual, sino que plantea problemas muy reales.

Entre ellos el ruido ensordecedor, los gases abrasadores y las turbulencias que pueden comprometer el éxito de una misión.

Hasta ahora, simulaciones de este calibre requerían semanas de cálculo y consumían cantidades ingentes de energía.

Con este nuevo enfoque, los investigadores lograron conseguir esto 80 veces más rápido de lo que se podía hasta ahora, redujeron la memoria en un factor de 25 y disminuyeron el consumo energético más de cinco veces.

La clave está en una técnica llamada Regularización Geométrica de la Información (IGR), que funciona como un traductor del caos. Toma datos de cómo se mueven los gases y los convierte en simulaciones precisas de cómo interactúan cuando decenas de motores se encienden a la vez.

Gracias a esto se obtiene un modelo más eficiente, más rápido y capaz de escalar a problemas mucho mayores que los métodos anteriores.

El Capitán no se quedó solo en esta demostración, el equipo quiso ir más allá y para ello amplió el reto al entorno Frontier del ORNL, confirmando que este tipo de cálculos puede aplicarse en diferentes plataformas.

Abriendo así la puerta a un futuro donde el diseño de cohetes podría hacerse a partir de un ordenador, con modelos predictivos que sustituyan los costosos experimentos físicos.

En un momento en que la actividad espacial privada se multiplica, con empresas como SpaceX apostando por conjuntos de motores compactos de alto empuje, este avance se podría decir que llega en el momento perfecto.

El Capitán no es solo el ordenador más bestial del mundo, sino más bien la prueba de que la frontera entre la ciencia y la imaginación se está desdibujando.

Y que el futuro de los cohetes y tecnologías se está escribiendo en las entrañas de una máquina que piensa a una velocidad imposible para nosotros.