
Dimensiones paralelas
"Entidades no humanas" y 17 dimensiones: la insólita declaración de una científica suiza sobre el laboratorio más avanzado del mundo
El mayor laboratorio de física del mundo se enfrenta de nuevo a rocambolescas acusaciones sobre la apertura de portales interdimensionales y visitas de seres extraños, unos rumores que la ciencia se ve obligada a combatir con datos y rigor

El Centro Europeo para la Investigación Nuclear, conocido universalmente como CERN, se ha erigido nuevamente en el blanco predilecto de especulaciones que rozan el guion cinematográfico. Situado estratégicamente entre Suiza y Francia, este organismo no solo custodia el mayor laboratorio de física de partículas del mundo, sino también el célebre Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Aunque su propósito fundacional es desvelar los misterios de la materia, la institución se ve arrastrada con frecuencia hacia narrativas que mezclan lo paranormal con la pseudociencia, alejándose radicalmente de su rigurosa actividad académica. Dentro de esa labor científica real se encuentran hallazgos tangibles, como el primer cristal de tiempo visible al ojo humano, que nada tienen que ver con la fantasía.
En esta ocasión, la polémica ha sido avivada por las sorprendentes declaraciones de la doctora Astrid Stuckelberger, quien ha asegurado que bajo el suelo del complejo operan portales interdimensionales. Según su testimonio, supuestos físicos del centro habrían aludido a la existencia de hasta 17 dimensiones diferentes, las cuales permitirían el tránsito de entidades no humanas hacia nuestra realidad. El relato alcanza cotas de surrealismo cuando describe un experimento donde uno de estos seres se materializó para luego desvanecerse, dejando una bufanda como única prueba física del evento.
Asimismo, conviene recordar que la institución ya posee un largo historial lidiando con bulos de esta naturaleza y envergadura. Desde supuestas anomalías fotográficas en 2016 hasta relatos apocalípticos viralizados en foros como Reddit hace unos años, las historias fantásticas carecen de cualquier sustento empírico y suelen reciclar viejos temores sobre la tecnología. A pesar de captar la atención del gran público, estas narrativas no son más que distorsiones sin fundamento que aprovechan la complejidad de la física de partículas para generar miedo o asombro. Este patrón de desconfianza hacia la intervención científica también se observa en otros campos, como ocurrió con la prohibición de mosquitos genéticamente modificados en Burkina Faso.
La explicación científica y psicológica
Por su parte, la comunidad investigadora no ha tardado en reaccionar para poner las cosas en su sitio y explicar el origen de estas percepciones. La física Clara Nellist, miembro del equipo del laboratorio, ha señalado que muchas de estas creencias se relacionan con fenómenos psicológicos como el "Efecto Mandela". Para los expertos, la sensación de estar ante realidades paralelas responde a fallos en la memoria colectiva y a la forma en que nuestro cerebro procesa los recuerdos, y no a la apertura de umbrales físicos.
De hecho, la postura oficial del CERN se mantiene inamovible al negar categóricamente la existencia de cualquier puerta interdimensional en sus instalaciones. Tras el análisis de diversos equipos de verificación independientes, se ha concluido que el material presentado por Stuckelberger se basa en creaciones digitales o meras obras de ficción sacadas de contexto. La realidad en el subsuelo franco-suizo sigue siendo la de protones colisionando a velocidades extremas para entender el universo, lejos de cualquier fantasía sobre invasiones de otros mundos.
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