En el año 2023, un suceso conmocionó al mundo entero: el sumergible Titán, diseñado por la empresa OceanGate para llevar turistas hasta los restos del Titanic, desapareció en las profundidades del Atlántico norte. Lo que comenzó como una costosa expedición de lujo para cinco pasajeros terminó convertido en una tragedia sin precedentes.

Tras cuatro días de búsqueda internacional frente a las costas de Terranova, Canadá, se confirmó lo peor: la nave había sufrido una implosión catastrófica durante el descenso, matando al instante a todos los ocupantes a bordo. Una tragedia que, como se sabría después, podría haberse evitado.

El fatídico día y más allá

Temas que abordará Netflix en el documental Titán: La tragedia de OceanGate, que analizará a fondo los acontecimientos que llevaron a este desastre. Dirigido por Mark Monroe, responsable de otros documentales como The Cove o Icarus, éste no se centra únicamente en los hechos del día del accidente, sino que profundizará en los años previos, en la figura de Stockton Rush, el carismático fundador y CEO de OceanGate, y en la evolución del proyecto desde su concepción.

El documental, que se estrenará en la plataforma de vídeo a la carta el próximo 11 de junio, estará basado en testimonios exclusivos de exempleados, grabaciones clave, imágenes inéditas y declaraciones de expertos que alertaron sobre los riesgos del diseño de Titán.

Decisiones incomprensibles

En especial, se pondrá el foco en la decisión de construir el casco con fibra de carbono, un material nunca antes utilizado en inmersiones a esas profundidades, y en la presión que Rush sentía por demostrar que podía revolucionar la exploración submarina.

"Lo más trágico es que esta catástrofe era completamente evitable", afirma Monroe. "Queríamos entender cómo se llegó a ese punto y quién era realmente el hombre que bajó con el barco que él mismo construyó".