Inteligencia Artificial

Sam Altman, CEO de OpenAI, contesta a la gran pregunta sobre cuando la IA le arrebate su trabajo: "Estoy entusiasmado"

El máximo responsable e impulsor de ChatGPT considera ese hecho como una oportunidad de “cambiar el ritmo” y de hacer otras tareas que no le suponen un sacrificio

Sam Altman, CEO de OpenAI, junto a Mathias Döpfner
Sam Altman, CEO de OpenAI, junto a Mathias DöpfnerMD Meets - YouTube

En un momento de la evolución tecnológica en que existe un servicio que amenaza con cambiar el panorama laboral sin una dirección definida ni concreta, pero con varias opciones cargadas de pesimismo apuntadas por los expertos, resulta que hay alguien que está encantado con el hecho de que la inteligencia artificial pueda ocupar su puesto de trabajo: Sam Altman.

Los empleos denominados “de entrada” se ven amenazados de forma constante en un porcentaje que incluso, según algunos estudios, supera el 50%. Mientras, figuras como Bill Gates apuntan a un reemplazo en el mundo profesional y la opción de que los humanos elijan lo que quieren hacer en el futuro.

Entre estas dos posturas se encuentra la de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, empresa desarrolladora de ChatGPT. En opinión de Altman, su futuro laboral también está en entredicho, y ve en el propio asistente que su compañía está desarrollando a un ente con capacidad de asumir su rol de director ejecutivo, aunque no es algo que le quite el sueño.

Altman, encantado de ser sustituido como CEO por su creación

Así lo reconoció el propio Sam Altman en una entrevista concedida a Mathias Döpfner, CEO de Axel Springer, quien inició la semana pasada un espacio titulado MD Meets, un espacio de conversaciones con los protagonistas más destacados de la actualidad para repasar los grandes temas de la actualidad. Su primer invitado, habida cuenta del protagonismo de la inteligencia artificial en nuestros días, no podía ser otro que el máximo dirigente de OpenAI e impulsor de ChatGPT.

Durante su charla, Döpfner cuestión a Altman acerca de los riesgos que puede comportar el desarrollo de la inteligencia artificial en materia bélica hasta el papel del periodismo impulsado por la inteligencia artificial y cómo imagina su vida profesional una vez que la IA logre una capacitación que le permita ejercer como dueña y señora de cualquier entidad, ante lo que Altman se mostró sumamente tranquilo, casi feliz por ello:

“Creo que llegará un momento en que la inteligencia artificial podrá ser un CEO de OpenAI mucho mejor que yo, y no estaré más que entusiasmado el día que eso suceda”

Sam Altman junto a Mathias Döfner en el espacio MD Meets

Sin duda una posición que choca de manera frontal con el sentir general acerca de las connotaciones que puede dar la inteligencia artificial al mundo laboral de los próximos años, con multitud de personas viendo el modo de reciclarse o de emprender nuevas formaciones para evitar quedarse al margen de lo que dicte el futuro.

Un cambio de ritmo en la vida de Altman

Para el empresario estadounidense, la evolución de la inteligencia artificial, en la que lleva trabajando de manera incansable cerca de una década, hasta hacerla capaz de asumir un rol de tal importancia, no puede ser vista por él de otro modo que con gran optimismo: “Estos últimos 10 años han sido muy estresantes para mí. Ha sido una enorme cantidad de trabajo. Tengo una forma en la que vivo parte del tiempo y realmente me encanta, y suena como un maravilloso cambio de ritmo”

Lejos de ver ese hipotético momento como algo que le haría prescindible, Sam Altman prefiere analizar la situación desde el punto de vista del éxito que supondrá y enfocarlo de tal modo que ello le sirva para desempeñar otras funciones dentro de su organización: “Hay muchas otras cosas que puedo hacer y que no me entristecen. Está bien, hice esto, se automatizó, quería automatizarlo, eso es lo que estamos haciendo”, señaló en su charla con Mathias Döpfner.

Un modo de ver la evolución de la tecnología que se encuentra impulsando con la que Sam Altman tal vez pretende restar temor al público en general y reorientar el modo de pensamiento acerca del papel de la inteligencia artificial y el mundo laboral pensando más en una adaptación y un modo de hacerse necesario junto a ella que en algo que vaya a implicar de manera inevitable la destrucción de empleos.