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El chocante motivo por el que Edward Snowden metía, cada día, el móvil en la nevera

Esta fue la única petición que hizo a sus comensales durante una cena secreta en Hong Kong y antes de huir a Moscú

Manifestantes con las caretas de Edward Snowden
Manifestantes con las caretas de Edward SnowdenlarazonAgencia EFE

Durante una cena secreta organizada en un apartamento de Hong Kong, lo primero que Edward Snowden pidió a sus comensales fue que colocaran sus teléfonos móviles en la nevera. Era principios de junio y, dado su temor a ser capturado en la antigua colonia británica, decidieron reunirse para debatir su futuro. Al principio, los abogados que le estaban ayudando a huir a Moscú dudaron si hacerlo o no; pero al ver que ex colaborador de la CIA insistía, accedieron.

El objetivo, tal y como reveló The New York Times, era evitar a toda costa que nadie pudiera monitorizar sus comunicaciones y localizarle, pues Snowden había cambiado ya de escondrijo un par de veces. “La idea es bloquear la señal radio que se puede usar para transmitir datos de voz y bloquear todo el audio”, explicó Adam Harvey, un experto en dispositivos contra la vigilancia, al citado medio. ¿Lo consiguieron?

Desde el primer momento, el ex agente conocido por filtrar documentos secretos sobre varios programas de la NSA sabía que los materiales de los que estaban hechas las paredes del frigorífico lo convertían en una caja de seguridad antiescuchas perfecta. Por lo que la explicación de esta petición no reside tanto en la la temperatura, sino en su comportamiento como jaulas de Faraday.

Las gruesas paredes de metal del frigorífico son capaces de crear una barrera electromagnética que permiten que el dispositivo funcione de forma similar a la conocida caja de Faraday. Es decir, crea un espacio que las ondas de radio no pueden atravesar y que, en consecuencia, impide que se puedan transmitir datos. Snowden conocía la existencia de este sistema y no se quiso arriesgar a quitar la batería de los móviles simplemente, pues de esta manera “no se garantiza el bloqueo total de las escuchas”.

Cuando saltó la noticia, algunos se preguntaron si no era más efectivo y sencillo apagar los móviles. Sin embargo, tal y como explicó Seth Schoen, experto de la Electronic Frontier Foundation, “una gran cantidad de dispositivos modernos (no sólo teléfonos) tienen estados a medias entre completamente encendidos y completamente apagados [...]. Estos modos permiten a menudo a estos dispositivos el encendido autónomo si se producen ciertas condiciones, tales como si se aprieta una tecla o si entran ciertos datos a través de Internet”.