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Esta web usa reconocimiento facial para encontrar cualquier foto en Internet con tu rostro
PimEyes emplea un motor de búsqueda de caras que utiliza redes neuronales para mapear los rasgos físicos y buscar equivalencias en las imágenes publicadas en la Internet abierta
¿Qué papel deben tener los sistemas de reconocimiento facial en el ecosistema tecnológico de Internet? ClearView AI, el ejemplo más conocido de esta tecnología, ha protagonizado titulares en los últimos meses por la oferta que realizó al Gobierno de Ucrania tras el inicio de la invasión rusa para que usara su herramienta de reconocimiento facial gratuitamente, con propósitos tan intachables como facilitar la reunificación de familias de refugiados. Sin embargo, semanas después se supo que Ucrania utilizaba el software como arma de guerra psicológica contactando con las familias de soldados rusos fallecidos en la guerra para comunicarles sus decesos. Clearview AI no es un software al alcance de cualquiera, sino que la empresa lo comercializa principalmente con fuerzas y cuerpos de seguridad. Pero en pleno siglo del Gran Hermano que estamos atravesando, también hay opciones de sistemas de reconocimiento facial que puede usar cualquiera internauta de a pie.
Pimeyes.com es una de ellas y ha recuperado cierta proyección pública a raíz de un reportaje en The New York Times donde se comprobaba su eficacia y se ponía en duda el uso “ético” de la herramientaque promueven sus responsables. Su propietario, el empresario natural de Georgia, Giorgi Gobronidze, asegura que su herramienta puede utilizarse para proteger la reputación online de cada individuo, así como evitar infracciones de derechos y confía, no se sabe si en un ejercicio de ingenuidad o de cinismo, en que los usuarios no la utilicen para espiar, investigar ni acosar a nadie. En teoría, una persona solo debe buscar su propio rostro pero nada le impide hacerlo con cualquier otro del que disponga una imagen.
La herramienta tiene un uso tan sencillo como subir una fotografía con el rostro a buscar o sacarse una instantánea con la cámara web del ordenador o móvil para que PimEyes realice una búsqueda inversa de imágenes. No solo como protagonista de la imagen, sino que también puede figurar en el fondo de la escena y haber sido captado por casualidad. El sistema utiliza redes neuronales para identificar y mapear los rasgos característicos de una cara y buscarla en millones de imágenes disponible en la Internet abierta. Excluye entre sus fuentes de imágenes a las redes sociales, al contrario que Clearview AI, pero incluye artículos de noticias, blogs, webs de fotografías de bodas, de análisis de productos y sitios pornográficos, entre otras.
Muestra un feed con todos los resultados en los que se difumina el fondo para destacar el rostro y con enlaces a la imagen y la web donde aparecen. El plan gratuito permite realizar tres búsquedas diarias y muestra los resultados pero no las direcciones web donde están alojadas. Pagando, hay planes mensuales que van desde los 34 euros mensuales hasta los 347, el usuario aumenta el número de búsquedas, accede a las fuentes de las imágenes e incluso recibe asistencia por parte de PimEyes para solicitar su retirada en función de la legislación sobre datos y privacidad que aplica en cada país.
Según el medio, la tecnología de PimEyes muestra una alta fiabilidad aunque no completa. En la docena de pruebas realizadas con periodista de su plantilla, falló en el caso de algunas mujeres a las que relacionó con sitios de pornografía pero también encontró imágenes que ni sus protagonistas recordaban y seguían disponibles online al alcance de cualquiera.
PimEyes, que usa una tecnología desarrollada por Lucasz Kowalczyk y Denis Tatina a quienes Gobronidze conoció en 2017 aunque no compró la web hasta 2020, ofrece también herramientas sin coste para solicitar la retirada de alguna imagen de su buscador o de todas las que correspondan a una persona.
Aún así, hay opiniones que la consideran una herramienta perfecta para un uso poco o nada ético aprovechando las debilidades de la sociedad de la información. The New York Times cita ejemplos de usuarios que la emplean para identificar a perfiles de redes sociales que emplean nombres falsos pero muestran una imagen propia mientras que otros buscan las identidades reales de actrices porno que protagonizan vídeos bajo otro nombre. Pero el caso más llamativo es el de Cher Scarlett, una ingeniera de computación que en su juventud participó en una prueba para una producción pornográfica y años después encontró las imágenes subidas en Internet con PimEyes. Según el testimonio de Scarlett, el hecho de tener que costear un plan de pago mensual para que PimEyes excluyera sus imágenes de las listas de resultados “es básicamente extorsión”. Gobronidze se defiende argumentando que la web ofrece también herramientas gratuitas para esa tarea, aunque no demasiado visibles. Sin embargo, la retirada de los resultados de búsqueda de una cara aplica a los que PimEyes haya localizado hasta el momento de realizar la solicitud. Si después aparecen nuevas imágenes, estás serán indexadas por PimEyes igualmente.
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