Redes 5G
Ya se está probando el 5G para el campo de batalla
Una tecnología que se podrá desplegar desde drones y que va a cambiar las reglas de la conectividad en conflictos.
En un programa bautizado E4, la marina estadounidense ha comenzado a probar con nuevas redes 5G transportadas en la parte trasera de vehículos autónomos, de modo que cuando los futuros robots, drones y expertos en comunicación estén en el campo de batalla, puedan llevar su red 5G con ellos. La idea se basa en el principio de que las futuras bases de operaciones en lugares peligrosos necesitarán mucha conectividad para ayudar a los operadores humanos a usar drones, detectar intrusos y coordinarse con aviones, barcos u otras fuerzas. Y necesitarán hacerlo más rápido que el enemigo. Una de las mayores dificultades es que en este tipo de entorno es el adversario quien es dueño de las líneas telefónicas y probablemente esté usando impulsos electromagnéticos para bloquear las señales.
El Cuerpo de Marines de Estados Unidos ha estado experimentando con drones, tanto terrestres como marinos y de vuelo en este sentido. Pero reconocen que otro de los obstáculos a los que se enfrentan es la cantidad de información que necesitan. Tanto los drones autónomos como los semiautónomos necesitan muchos datos para percibir su entorno. La idea, por lo tanto es crear enjambres de vehículos que se intercambien información de forma rápida para que todos puedan ver lo mismo. Básicamente es lo mismo que hacen quienes desarrollan los vehículos sin conductor: usar la información de otros coches, de señales de tráfico, carretera, móviles, etc. para producir una imagen del entorno. Lo que el ejército pretende es crear esta misma tecnología, pero de forma local.
Para ello no solo están desplegando drones que actúen como antenas 5G, también están construyendo gemelos digitales de sus infraestructuras. Con esto y la red desplegada pueden reaccionar con mayor velocidad a cualquier escenario. Los gemelos digitales son recreaciones de infraestructuras de forma digital. Tienen los mismos parámetros que sus contrapartes físicos y gracias a ello es posible preguntarle al sistema cómo afectaría, por ejemplo, un ataque desde determinado sector a una base y qué se puede cambiar. Y para ello necesitan, nuevamente, el 5G.
Los responsables de llevar a cabo esta acción reconocen el valor de esta tecnología, pero también advierten que es mucho más fácil de hackear que las señales de radio encriptadas, por ejemplo. Por ello no solo se está investigando en los vehículos, también en modos de encriptar las señales. Y esto será como los desarrollos de materiales, combustibles, ruedas y sistemas de seguridad que utilizan los F1: primero los usan ellos, pero muchos de estos avances luego llegan al público general.
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