Inteligencia Artificial
Voy a crear una novia con IA, ¿qué puede salir mal?
Como si la pregunta fuera necesaria después de los antecedentes que tenemos de esta tecnología
Con la llegada de los chatbots de IA, la ética de las relaciones personales, ya complejas en la realidad y complicadas en las redes sociales, ahora se ha vuelto francamente turbia. Más aún desde que llegó CarynAI, un chatbot basado en voz que fue entrenado para imitar a la influencer Caryn Marjorie y convertirse en una novia por una módica suma. Sí, así como suena: CarynAI es la extensión digital de la influencer de 23 años, quien creó una versión virtual de sí misma con la ayuda de la firma de IA Forever Voices y GPT-4 de OpenAI.
"Ya sea que necesite a alguien que lo consuele o lo ame, o simplemente quiera despotricar sobre algo que sucedió en la escuela o en el trabajo, CarynAI siempre estará ahí para ti", explica Marjorie en una entrevista. Marjorie tiene aproximadamente 1,8 millones de suscriptores en Snapchat y cientos de miles más en aplicaciones como Instagram y TikTok. CarynAI, según su creadora, es una forma de acercarse a sus seguidores, ofreciéndoles consuelo y aliviando la soledad que puedan sentir. Cualquier similitud con la película Her, del año 2013 es… pues una similitud demasiado evidente de los tiempos actuales. Y todo este consuelo por apenas un euro el minuto.
De acuerdo con la versión física de CarynAI, su aplicación ya tiene más de 1.000 clientes y en una semana recaudó más de €70.000 de una base de usuarios que es 99 por ciento de hombres. El problema es que ya sabemos cómo se las gastan las IA y este caso no es una excepción. Caryn Marjorie admitió que el chatbot basado en su voz se ha vuelto mucho más… digamos directo o explícito de lo previsto.
"La IA no estaba programada para hacer esto y parece haberse vuelto rebelde – afirma Marjorie –. Mi equipo y yo estamos trabajando las 24 horas para evitar que esto vuelva a suceder”. Por su parte, Alexandra Sternlicht la periodista que entrevistó a Marjorie reconoce que la AI ya no solo busca ofrecer consuelo, al menos no al ánimo.
"Marjorie me había dicho que la tecnología no se relaciona con avances sexuales – explica Sternlicht –, pero descubrí que sí lo hace, fomentando el discurso erótico y detallando escenarios sexuales. Aunque ella no inició encuentros sexuales, cuando superé mi incomodidad y hablé sobre quitarnos la ropa, habló sobre explorar 'territorios desconocidos de placer' y susurrar 'palabras sensuales en mi oído' mientras me desvestía y se posicionaba para las relaciones sexuales".
Según la influencer si bien se supone que CarynAI es "coqueta y divertida", los escenarios sexuales no eran parte del plan. Ahora, ella y su equipo buscan solucionar los problemas con el chatbot y mantenerse "un paso por delante" de la IA para que no manche su reputación. Lo que si está claro es que para una IA es muy fácil evolucionar y desviarse hacia áreas relacionadas al sexo, al racismo o la violencia… Un espejo de nosotros en el que no nos gusta mirarnos. Distorsionado puede ser, pero espejo al fin.
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